La protección de los derechos humanos, de los derechos fundamentales y de la población civil, son los tres ejes sobre los que giran las funciones de los personeros municipales, que se convierten en muchos pueblos de Colombia en la única voz que defiende los intereses de los que no tienen voz, generalmente comunidades afectadas por la violencia y la pobreza, sin oportunidades y con el total desconocimiento de sus derechos.
El rol de los personeros frente a la construcción de paz toma toda la importancia en esta coyuntura nacional que apunta a la finalización del conflicto con la guerrilla de las Farc. Precisamente el tema de paz territorial es el asunto que reúne desde hoy y hasta mañana a más de mil personeros colombianos que asistirán a la Asamblea Nacional, que en esta ocasión se realizará en Valledupar.
Un buen punto para la Personería anfitriona que tiene la oportunidad de organizar en la ciudad un encuentro de tal magnitud y de ser protagonista de las propuestas de los personeros frente a un escenario de postconflicto, que se supone se asumiría desde las regiones, que es finalmente donde están concentradas las víctimas del conflicto armado.
Actualmente las personerías como parte activa del Ministerio Público, son vistas por los ciudadanos como la única alternativa para solucionar sus problemas, bien sea de temas relacionados con la salud, la educación, la discriminación, y se destaca la confianza que hoy tienen las víctimas con los personeros, que entre otras cosas han puesto su cuota de sangre en el desarrollo del conflicto armado. En el Cesar y La Guajira más de una decena de personeros fueron víctimas de los grupos armados, como el caso de José Alberto Pareja, Personero de Villanueva en La Guajira, que quiso llevar a la cárcel al ex paramilitar Salvatore Mancuso, propósito que le costó su vida, o las amenazas que constantemente reciben de parte de bandas criminales o grupos armados ilegales.
En esta Asamblea convocada por las 1.102 personerías existentes en todo el país, que tiene entre otros propósitos articular desde lo local, regional y nacional las potencialidades de las mismas, con el apoyo de la cooperación internacional, tendrán la oportunidad de pensar y planear cómo será la movilización desde las regiones para la construcción de paz que tanto se habla.
El personero tiene la gran responsabilidad de vigilar la actuación de los funcionarios de la administración pública, promover la vigencia y la protección de los derechos humanos, actuar en defensa del patrimonio y el interés público, reclamar a las autoridades la protección de la sociedad civil y la atención de las víctimas del conflicto armado. Por eso, de esta Asamblea debe salir una propuesta diferenciadora de los otros encuentros nacionales de los personeros, que motive a la ciudadanía a seguir creyendo en el Ministerio Público.
Bienvenidos los personeros municipales que desde todos los rincones de Colombia llegaron a Valledupar para asistir a esta Asamblea Nacional de Personeros.