Los campesinos y las comunidades del área urbana del municipio de La Paz, de manera silenciosa, sin tanta visibilidad, lograron ponerse de acuerdo para escoger las obras que hacen falta en los lugares donde viven y por donde se movilizan. Obras pequeñas, que no tienen mayor valor, pero sí representan un paso importante para mejorar su calidad de vida.
Este trabajo se logró a través de reuniones organizadas y coordinadas por la nueva Agencia de Renovación para el Territorio que ya ha hecho lo mismo en 50 municipios colombianos, que inicialmente serán los municipios del posconflicto.
Es evidente que los municipios de La Paz en el Cesar y Fonseca en La Guajira, son de los primeros beneficiados pues allí instalaron una zona veredal y un punto de transitorio, respectivamente. Las inversiones del posconflicto ya se habían anunciado y era lo que se esperaba, pero llama la atención que sean las mismas comunidades las que digan cuál es la prioridad. El consenso para escoger las obras es un buen modelo de posconflicto, es cuando las partes se sientan a definir cómo solucionar algo, en este caso las necesidades, lo mismo que se debe hacer para acabar con las diferencias o por lo menos para respetarlas.
La Agencia de Renovación para el Territorio comenzó a buen ritmo y destacamos lo logrado en La Paz, a través de talleres de definición comunitaria. El concepto de proyectos de Pequeña Infraestructura Comunitaria (PIC), que se refieren a la inversión en mejoramiento de bienes y servicios públicos, y que revisten baja complejidad técnica en su estructuración y ejecución, con el fin de privilegiar la ejecución comunitaria, es una apuesta que pinta bien.
En la primera etapa, los pacíficos escogieron 19 proyectos con énfasis en vías y saneamiento básico, y también sociales y comunitarios, con los cuales se favorecerán de manera directa 18 veredas o cascos poblados.
La directora de la Agencia, Mariana Escobar Arango, ha hecho énfasis en que las comunidades serán las protagonistas, porque además de identificar y priorizar las obras con sus alcaldes, participarán en la ejecución y veeduría de las mismas. “Vamos a construir las pequeñas infraestructuras muy rápido y luego vamos a estructurar 16 Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) que tienen una visión a 15 años”. Los PDET se construyen en un nivel submunicipal, que se consolidan en un plan municipal y posteriormente se constituyen en planes regionales, que a su vez serán adoptados en el plan nacional de desarrollo del país.
Adicionalmente con esta nueva apuesta territorial para el posconflicto, el Ministerio de Agricultura asignaría una persona que articulará con Renovación del Territorio la priorización de los proyectos productivos comunitarios y un acuerdo de alivio de pasivos a campesinos con el Banco Agrario mediante el FONSA.
Mientras que en el tema de acceso a tierras solicitarán al director de la Agencia Nacional de Tierras que articule acciones con Renovación del Territorio, con el fin de avanzar en la legalización de los predios ubicados en el barrio El Mirador del corregimiento de San José de Oriente.