No hay exageración cuando afirmamos que el covid-19 cambió nuestras vidas, en lo social, económico y político. Los delitos de violencia intrafamiliar se han incrementado a causa del confinamiento, al igual que los delitos sexuales, situación que afecta seriamente a los niños, niñas y adolescentes.
En el pasado reciente, antes de la pandemia, cuando la pareja disolvía su vínculo matrimonial, o se separaba en el caso de la unión marital de hecho; una vez definido el tema de custodia y cuidado personal, se establecía un régimen de visitas generoso con la finalidad de que los hijos disfrutaran en igualdad de condiciones con sus progenitores, incluidos los periodos vacacionales, pues a fin de cuenta el derecho de visitas tiene al niño, niña o adolescente, como único titular, es un error pensar que el derecho de visitas es del padre o de la madre.
No obstante, en los actuales momentos de crisis sanitaria, se hace imperioso que las visitas se hagan atendiendo todos los protocolos de bioseguridad; además, debe acatarse las disposiciones expedidas vía decreto por el Gobierno nacional, así como el lineamiento para el cuidado y la reducción del riesgo de contagio de covid-19 expedido por el Ministerio de Salud y Protección Social para niños, niñas y adolescentes entre 6 y17 años en relación con la salida al espacio público.
En ese orden de ideas, se tiene que hay prohibición absoluta para los niños y niñas de edad inferior a 6 años, y restricción de horarios de salida para los que estén en el rango de los 6 y 17 años, que son de obligatorio acatamiento, pues cabe la posibilidad de sanciones administrativas, policivas y penales.
Es así como los niños, niñas y adolescentes que tienen restricción de salida al espacio público, deben mantener contacto con su progenitor(a) bien sea en la propia casa, y/o de manera virtual a través de las diferentes plataformas que nos ofrece la tecnología, ello en el entendido de que se cuente con esta herramienta, lo que de hecho pone de relieve una situación de falta de conectividad en buena parte de nuestra población.
La idea en todo caso es mantener el vínculo afectivo entre padres (padre y madre) e hijos, por encima de circunstancias tan adversas como las que plantea el covid-19.
Nota de cierre: La idea de aplazar el día sin Iva es plausible y oportuna, ratifica que proteger la vida es la prioridad. A propósito del día sin Iva, la muerte tampoco te cobra el Iva y su promoción es para siempre. ¡Piénsalo!
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