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La Región Caribe en el Congreso

Para la construcción de la República, aun sin haber logrado la independencia de España, Federalistas y Centralistas estuvieron enfrentados; luego de 204 años de historia Republicana, la contienda persiste, pese a que la Constitución Política de 1991, establece que Colombia es un país descentralizado, con autonomía de sus entidades territoriales, sin embargo, las decisiones importantes sobre las necesidades de las regiones del país son tomadas desde un escritorio en Bogotá.

Eduardo Verano de la Rosa, exgobernador del Atlántico, apoyado en los artículos 306 y 307 de la Constitución, fue cogestor del voto caribe, materializado en las elecciones de marzo de 2010, el pueblo expresó su voluntad popular con más de 2.5 millones de votos, apalancando el propósito de lograr autonomía administrativa.

Pese al apoyo y fervor popular, luego de cuatro años el propósito permanece acéfalo y carente de liderazgo, no obstante, nuestros dirigentes persisten en quejarse por la imposición del centralismo.

La Región Caribe fue determinante en la reelección del Presidente Juan Manuel Santos, en las elecciones legislativas 31 costeños lograron una curul en el Senado, (30% de la Cámara Alta), en Cámara de Representantes, los ocho departamentos (incluido San Andrés) alcanzaron 32 curules, (19% de la Cámara Baja). Las cifras son representativas, la Región Caribe posee 63 Congresistas, con el valor agregado de que ambas cámaras serán presididas por costeños en la primera legislatura, periodo en el cual por ley, antes del 30 de mayo de 2015, debe aprobarse el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.

El escenario es propicio para que la representación costeña en el Congreso de la República trabaje conjuntamente, haciendo valer la encomienda ciudadana, retome el entusiasmo del voto caribe, inclusive para que sobresalga un liderazgo que asuma una posición relevante con miras a las elecciones presidenciales de 2018. No promuevo ideas del antipático regionalismo, ni sentimientos separatistas, reclamo representación y liderazgo, porque la Región Caribe no puede seguir por debajo de la media nacional en indicadores como cobertura en salud, saneamiento básico, educación, infraestructura y competitividad.

Es absurdo repetir el caso de la represa del Río Ranchería y la crisis ambiental que atraviesa la región, comparto que al gobierno nacional le asiste responsabilidad, asimismo, en mayor grado a nuestra representación legislativa, departamental y municipal, su silencio y quietud fue cómplice en la desidia, no hubo gestión, si acaso extemporánea, culpar al centralismo es una excusa escueta.

El plan prospectivo y estratégico de la región caribe-PER Caribe: Equitativo, competitivo y sostenible, http://www.ocaribe.org/per/ es un compendio de planes, programas y proyectos, sincronizado con los planes de desarrollo de cada departamento, socializado con la academia, gremios y sociedad civil; para cumplir sus objetivos y metas de mediano y largo plazo, hay que incluirlos en el Plan de Nacional Desarrollo 2014-2018, en aras de quitarnos el estigma de que somos una región con riqueza, administrada irresponsablemente y doblegada por los efectos de la corrupción.

Por Luis Elquis Díaz

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