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La reelección de Chávez y Colombia

Los venezolanos optaron el pasado domingo por la reelección del Coronel Hugo Chávez Frías, con su proyecto de “socialismo bolivariano”, en lugar de la propuesta liberal del joven Henrique Capriles, quien había logrado la unión de la oposición al veterano Coronel.
Los hechos son los hechos y Chávez Frías demostró ser un hábil y sagaz político, que con este nuevo periodo completará veinte años en el ejercicio del poder algo exótico en la historia política latinoamericana reciente. El Coronel es un buen comunicador, un hombre que le sabe llegar a su pueblo, y que supo utilizar los recursos públicos de la bonanza petrolera para mantenerse en el poder, con un buen esquema de subsidios y dádivas que rayan en el populismo, pero que, desde el punto de vista político, han resultado ser bien efectivas como lo demostraron los resultados del domingo.
En efecto, Chávez logró el 55 por ciento de los votos, mientras que Capriles alcanzó el 44 por ciento, en una campaña exitosa teniendo en cuenta la gran maquinaria del primero.
Hay que resaltar que el pueblo venezolano votó en paz y que, a pesar de la gran polarización, los resultados se han recibido sin mayores traumatismos. Ojalá se cumpla lo que han dicho ambos aspirantes y que se acabe esa polarización, para que ambas fuerzas políticas – de manera civilizada- puedan trabajar unidas por el progreso del vecino país.
No se pueden negar los logros de Chávez en materia de educación, salud y la entrega de mercados a la gran mayoría del pueblo venezolano. Pero, esto se ha logrado a un gran costo en materia de gasto público y una ineficiente inversión de la riqueza petrolera.
Ahora, el reto del gobierno de Chávez es lograr la reunificación de la sociedad venezolana, que se ha visto fraccionada en parte por la forma de gobernar y comunicar el mismo Jefe del Estado. Igualmente, tiene que afrontar los altos niveles de inseguridad en las calles de las principales ciudades de Venezuela, principalmente de Caracas, su capital. La tasa de homicidios ubica a Venezuela como uno de los países más violentos de América Latina y del mundo.
El presidente debe seguir el camino de la reducción de la pobreza y la indigencia, pero con programas menos dependientes de los ingresos públicos. En este sentido, debe volver a generar confianza en el sector privado para que este vuelva a invertir y a generar empleo productivo en el vecino país. Muchos capitales de Venezuela se han salido por la falta de confianza en las políticas de Chávez Frías.
En el plano internacional, a pesar de la incertidumbre por su enfermedad, un cáncer que estuvo a punto de sacarlo de la competencia por la presidencia, no hay dudas de que Chávez seguirá siendo un líder de peso en América Latina, con ayuda a los gobiernos que considera amigos  y cercanos a su propuesta de izquierda.
En el caso de Colombia, ante el triunfo de Chávez, el camino debe ser la prudencia  la cautela. Si bien el ex coronel ha dicho que apoya el proceso de paz que se iniciará en breve con las FARC, en algunos sectores del país se sigue pensando que muchas veces su país y su gobierno han servido de refugio a muchos líderes de la guerrilla y también de otros grupos violentos, inclusive de narcos y delincuentes. Esperamos que Colombia pueda contar con el apoyo efectivo del gobierno del vecino país para la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y otros tipos de delincuencia.
En el caso del comercio bilateral, ojalá se pueda volver a recuperar los niveles de exportaciones de hace algunos años, cuando llegaron a sobrepasar los US$6.000 millones anuales. En 2011 sólo alcanzaron los US $1.750 millones y este año se espera que lleguen a los US$3.000 millones.
Pero para lograr que aumente ese comercio, se necesitan reglas de juego claras que les permitan a nuestros empresarios proyectar en serio en expandir sus ventas al vecino país. En el caso de la Costa Atlántica y el Cesar, en mucho nos podríamos beneficiar al tener mejores relaciones comerciales con Venezuela, pero este escenario depende mucho del equipo económico del gobierno vecino, más que de la voluntad del gobierno y los empresarios colombianos.
Felicitamos al bravo pueblo por la jornada democrática que vivió; igualmente al presidente reelecto y esperamos que el nuevo gobierno de Chávez Frías traiga una estabilidad política y bienestar económico para los venezolanos, y que las relaciones entre los dos países se puedan manejar con la debida institucionalidad, sinceridad, autonomía y solidaridad, tratándose de dos pueblos hermanos y unidos por una frontera viva y miles de lazos afectivos a lado y lado de la misma.

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