En el marco del Día Mundial de la Radio, El PILÓN conversó con Celso Guerra, un veterano de la radiodifusión en Colombia, cuya experiencia de vida ha visto y escuchado décadas de cambios y evolución en este canal de la información. Su perspectiva de la radio como un estilo de vida que le apuesta a la inmortalidad de las radiofrecuencias; radioescuchas haciendo resistencia donde el internet se ha olvidado de las personas.
La radio en la era de los ‘reels’ y tiktoks
A pesar de los pronósticos pesimistas sobre el futuro de la radio frente a las nuevas tecnologías y la popularización de los podcast, Guerra se mantiene optimista. “La radio sigue reinventándose”, afirma. “Cuando surge la televisión, en esa época también le dieron la carta de defunción a la radio y fíjate tú dónde vamos”.
Tulio Ángel, presidente de Asomedios, dijo a La República: “La radio en la provincia es muy fuerte, tiene un fenómeno cultural que permite entender por qué se sostiene y yo creo que por eso decae menos frente a los demás medios de comunicación”. Actualmente Colombia cuenta con 3.7 millones de radioescuchas, mayoritariamente concentrada en departamentos como el Cesar.
Según Asomedios, en Colombia existen más de 750 emisoras comerciales y más de 800 comunitarias, que llegan a los municipios más remotos de la geografía. Entre todas ellas se llevan un flujo del 20-22 % de la pauta publicitaria del país porque permite darle visibilidad a pequeños negocios en sus localidades de incidencia.
Otro aspecto que Guerra resalta es la capacidad de la radio para llegar a lugares donde otros medios no pueden. “La radio tiene penetración donde no tienen las redes sociales y donde no entra la televisión”, explica. Esta característica mantiene a la radio como un medio relevante tanto en áreas urbanas como rurales.
La radio inmortal
A pesar de los cambios tecnológicos, Guerra ve un futuro prometedor para la radio. “La radio se reinventa”, insiste, señalando cómo el medio ha sobrevivido y prosperado frente a múltiples desafíos a lo largo de los años.
En un mundo donde los celulares nos alejan de las relaciones humanas y proliferan los contenidos producidos por la IA, la radio emerge como un paréntesis de compañía y conexión humana. Durante la pandemia por covid, los hospitales desempolvaron la radio para curar la enfermedad y la soledad de los enfermos con la voz del locutor.
Más allá de su función de compañía, la radio también desempeña un papel en la estimulación mental y el desarrollo cognitivo. Al escuchar programas informativos, debates o entrevistas, los oyentes se exponen a diferentes perspectivas y conocimientos, lo que fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de análisis. La radio nos invita a imaginar, a crear imágenes mentales a partir de los sonidos y las palabras, ejercitando así nuestra creatividad y nuestra capacidad de concentración.
Es así como en el Día Mundial de la Radio recordamos la resiliencia y adaptabilidad de este canal de comunicación y de radiólogos que encuentran en la radio un pilar fundamental en el panorama mediático, evolucionando con los tiempos pero manteniendo su esencia de inmediatez, credibilidad y alcance universal.
Por: Redacción EL PILÓN