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La profesión del periodista tiene que guiarse por fines nobles

La semana pasada leí un libro publicado hace mucho tiempo por el escritor Antonio Sánchez Botero y cuyo título es “La Objetividad en el Discurso Informativo”, con la pretensión de dar consistencia a la comunicación que se captura, basándola en dos pilares válidos que son la fenomenología sistémica del conocimiento, a partir de la conciencia y la hermenéutica, o sea, el arte de interpretar los textos, por fuera de las visiones mecanicistas o manipuladoras y que suelen darse hoy por hoy en los medios masivos: radio, prensa y televisión sin ningún empacho ético y estético.

Estas reflexiones las quiero hacer hoy en esta columna porque escasamente raras excepciones de los que trabajan en los medios de comunicación confrontan las fuentes, investigan y con responsabilidad emiten, escriben y envían imágenes a los receptores finales, para que puedan evaluar la veracidad de los mensajes o la falsedad de los mismos. Es cierto que en nuestro medio se hace apología al delito que los medios de comunicación se debaten en este síndrome de la chiva, para poder ocupar los primeros puestos de preferencia por parte del público y así mismo, tener la mejor parte del ponqué publicitario. Además, tienen que abrir sus noticias truculentas y amarillistas porque la realidad sólo se presta para hacer eso y no se puede ocultar ni aquí ni en otro sitio.

Son muy pocos en Valledupar los que ejercen el periodismo, sin apasionamiento, sin intereses mezquinos y dañinos que puedan desorientar y confundir a la opinión pública, incluso he escuchado decir que hay sicarios en las comunicaciones, precisamente por desconocer las más elementales teorías de la comunicación e información. A veces nos da vergüenza escuchar algunos programas dirigidos de manera vergonzante por personas sin escrúpulos. Da vergüenza que por simular moralismo y rectitud se coloquen de hinojos frente a sus superiores, sin ningún reato de conciencia. Por eso mi intención en esta nota es solicitarles a algunos comentaristas más seriedad.

La profesión del periodista tiene que guiarse por fines nobles y no por el camino destorcido de la obsecuencia malévola o la desinformación de la noticia. Hay que escudriñar e investigar hasta llegar a la verdad para no errar o mal informar. Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: que muchas de las solicitudes hechas a ciertos funcionarios no son con el ánimo de ser aguafiestas, todo lo contrario, para ayudarlos.

Igual aconsejarles a algunos jefes de prensa de algunas entidades para que no se conviertan en simples informadores de las gestiones de sus jefes, sino por el contrario, lean la prensa y donde se encuentren algunas solicitudes hechas al funcionario de turno, háganselas llegar para que tomen atenta nota de las insinuaciones o recomendaciones que se les hacen. Y verán cómo les va mejor.

Cuando usted prenda su moto y arranque, debe recordar que hay alguien en su casa esperándolo: sus padres, su esposa(o) y sus hijos. Sería bueno comenzar a hacerles una pedagogía a los estudiantes para superar el desconocimiento sobre qué hacer frente a la violencia sexual de algunos educadores y del acoso de las niñas. Así que jóvenes y niñas estudiantes, comiencen a denunciar al profesor abusador y ¿por qué no se hace también la denuncia de profesores a niñas acosadoras?

Se dice que muchos concejales están usando pañales desechables porque se la pasan orinándose de miedo por la confirmación de destitución e inhabilidad por 12 años por parte de la Procuraduría.

POSTDATA: no sólo a los mototaxistas hay que requisarlos sino también a los taxistas, donde hay malandros y atracadores. Sería bueno instalar un puesto de emergencia y salvavidas en el Balneario Hurtado para cualquier calamidad que se presente, puede presentarse este servicio los viernes, sábados y domingos y días festivos. Aquí la gente protesta, se molesta porque la Policía controla a los mototaxistas y a los que manejan embriagados, entonces, ¿qué es lo que quieren los vallenatos?

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Alberto_Herazo: