El 24 de octubre se conmemora en muchos países el Día Mundial de la Lucha contra la Poliomielitis, una enfermedad altamente contagiosa que es causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas.
Este virus se propaga de persona a persona, especialmente por vía fecal-oral o, con de forma menos regular, mediante un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, lo cual conlleva a su duplicación en el intestino.
Gracias al compromiso de varias organizaciones mundiales, la Polio, como también se le conoce a esta enfermedad, fue erradicada de América en 1994.
De hecho, en 1985 la polio era endémica en 125 países y se detectaban 1.000 casos por día. La situación era sombría, pues la enfermedad dejaba a muchos niños con graves incapacidades, sobre todo musculares y en el peor de los casos, los mataba.
Sin embargo, de acuerdo con las cifras reveladas por la Organización Mundial de la Salud, los casos de poliomielitis se han reducido en más de un 99 por ciento desde entonces, cuando se estimaba que había 350.000 casos en más de 125 países endémicos.
Ahora, 30 años después, trabajan por erradicar esta enfermedad en el mundo. Solo se registran casos en Afganistán, Nigeria y el Pakistán. En Colombia, el último brote se presentó en 1991, según los registros del Instituto Nacional de Salud.
Contra la polio existen dos tipos de vacunas: la vacuna oral, que se da en gotas y que contiene el virus de la polio atenuado; es decir, virus vivos a los que se les reduce su capacidad de causar la enfermedad, y la vacuna en forma de inyección, que contiene el virus de la polio muerto.
El esquema de vacunación contra la polio en Colombia, que se puede encontrar en una circular externa del Ministerio de Salud del 22 de junio de 2015, establece que la primera vacuna del niño es la Vacuna Inactivada de polio (VIP), a los dos meses, y la segunda y tercera, a los cuatro y seis meses respectivamente, es la Antipoliomielítica Vacuna Oral de polio (VOP).
Tres son los patrones básicos de infección por polio: infección subclínica, no paralítica y paralítica. Cerca de un 95% de las infecciones son subclínicas, que pueden no tener síntomas.
Aproximadamente un 30% de los pacientes que presentan formas paralíticas se recuperan en pocos meses, en otro 30% quedan con secuelas menores; 30% con secuelas mayores (atrofia muscular) y un 10% tiene formas graves respiratorias que pueden llevar a la muerte.
Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
Mientras siga habiendo un solo niño infectado por poliovirus, los niños de todos los demás países siguen en riesgo de contraer la enfermedad. La importación de los poliovirus es fácil en los países libres de la enfermedad y los virus pueden propagarse rápidamente en las poblaciones no inmunizadas. El fracaso de la erradicación de la poliomielitis podría ocasionar en todo el mundo hasta 200.000 casos nuevos al año en un periodo de 10 años.