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La plana de AMLO

El reciente triunfo de Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México luego de 200 años de hegemonía masculina, tiene que ver directamente con la filosofía administrativa que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha transmitido al manejo mediático de la gobernanza y al fortalecimiento del recién creado partido de gobierno. 

AMLO oportunamente supo que el cumplimiento de las metas, intrínsecas en los planes, programas y proyectos de un plan de desarrollo, debe lograr un impacto comunitario positivo para tener gobernabilidad, que en últimas es la que se mide en las urnas. En la intimidad del cubículo electoral, es realmente donde el constituyente evalúa la gestión de un mandatario. Un gobierno derrotado electoralmente es un mandato reprobado. Lo demás es mitología criolla. 

Aunque también hay que decirlo, en ese momento el concepto subjetivo que hayan construido del mandatario juega un papel importante. Ahí está la dificultad de los gobiernos alternativos, les toca enfrentar una oposición mediática que se encarga de deformar la información, creando un imaginario colectivo acomodado a los intereses de los derrotados partidos políticos tradicionales y grupos económicos, dueños de esos canales. Es así que ponderan lunares administrativos, hasta no dejar ver lo realmente importante. Al final el bueno termina siendo malo y viceversa.

Dice un amigo coloquialmente que, “es muy difícil entregar la vaca cuando se tienen 200 años de estarla ordeñando”. Ahí está la razón de todo. 

Ante esta situación, el presidente mejicano se ideó un espacio de conferencias de prensa de lunes a viernes, a las que denominó ‘Mañaneras’, donde cumplidamente comparte información con comunicadores, portales y comunidad, en una efectiva estrategia de control mediático para monopolizar el manejo de la agenda pública, rectificando oportunamente las mentiras y posverdades propias de las campañas de desinformación, aparte de que fortalece la cercanía del pueblo con su presidente.

Fue en una de estas que lo vimos rindiendo un homenaje al recién fallecido maestro vallenato Omar Geles.

Al mismo tiempo, aprovechó el hartazgo de los mejicanos con el sistema político tradicional y convirtió su partido, Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), en un movimiento social con la cumplida promesa de hacer política diferente, trabajando para todos. Hoy Morena es una ideología civil poderosa, al punto que se ha consolidado como la primera fuerza electoral mejicana, incluso por encima de la popularidad de AMLO. 

Los resultados lo dicen. Son esos favorables guarismos los que los progresistas queremos también en nuestro país, para que las transformaciones rompan definitivamente el excluyente paradigma de que el gobierno solo debe beneficiar a una exclusiva minoría, haciendo efectivo uso del poder reservado hasta ahora a unas pocas familias, quienes lo han retenido a costa de las más indecentes prácticas.

 Así las cosas, el trabajo que viene es arduo, tenemos dos años y medio o tal vez menos para reinventarnos en una adherencia política amplia, organizada, empoderada y fortalecida, sin distraernos en disputas internas ni en fábulas triunfalistas que solo nos garantizarán una estruendosa derrota. La responsabilidad está en manos de unos más que en otros, pero todos debemos ser partícipes de ese trabajo en equipo. 

Señor presidente, AMLO nos ha puesto una plana que debemos cumplir si queremos volver a ganar. Expectante, la militancia comprometida ideológicamente quiere sentirse partícipe en la construcción de país que en buena hora usted está liderando, cimentemos sobre esa base la organización y habremos escrito una página imborrable en la historia Colombia. Fuerte abrazo. 

Por ANTONIO MARÍA ARAÚJO CALDERÓN

amaraujo3@hotmail.com

@antoniomariaA

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