Por Aquilino Cotes Zuleta
A los funcionarios de la Procuraduría, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Policía Nacional y Ejército pareciera que se les ha olvidado que hay en Valledupar 354.449 habitantes, según datos del censo 2005 del DANE.
La afirmación la hicieron mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan para advertir que a pesar de que la corrupción es galopante en instituciones públicas, la desidia de los gobernantes es cada día peor y no pasa nada en cuanto a los controles que deben ejercer los funcionarios que tienen la obligación de salvaguardar la vida, la honra y bienes de las comunidades.
Según Tío Nan, pareciera que a los funcionarios citados no les importara la suerte de nuestros 354.449 habitantes (supongo mal contados).
Una ciudad llena de huecos en sus calles en la que solo ahora se rescata la voluntad del Gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, con su postura inmarcesible de poner como una tacita de plata la Avenida 44, tal vez la más importante arteria vial de la ciudad.
Tenemos una ciudad ensombrecida en los colegios públicos porque sus niños y niñas no reciben los alimentos adecuados y nutritivos, a pesar de que al proveedor le pagan miles de millones de pesos anuales para la manutención.
Tío Chiro dice que por los corrillos suenan los nombres de funcionarios públicos que tienen empresas de fachadas y legalmente constituidas para contratar con Emdupar y el Municipio.
Nadie entiende por qué la Policía permite el tránsito de motociclistas con parrilleros hombres si esa situación está prohibida. Tío Nan se obstina en creer que miembros de la Policía descuidan sus labores diarias y en su afán por entregar resultados montan falsos positivos, mientras los delincuentes azotan calles y carreras en sus motos.
Tío Chiro no comprende por qué los funcionarios de las entidades de control no toman correctivos administrativos, disciplinarios o judiciales para reprimir la desidia de tantas barbaridades como el enloquecedor sistema de movilidad en la ciudad, en donde todo mundo hace lo que le da la gana.
Tío Nan reconoce la valentía del Personero de Valledupar, Alfonso Campo Martínez, por tratar de ponerle freno a la maniática idea de los del tránsito por sus extralimitaciones en las inmovilizaciones de los vehículos y aplaude la frase del exfuncionario Víctor Martínez Gutiérrez quien ha dicho: “Me resisto a pensar que un plan de grúas organice el tránsito de Valledupar”. Hasta la próxima semana.