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La paz que quería Guzmán

“QUIERO LA PAZ. Las banderas de la paz comenzaron a ser portadas en Valledupar por muchos ciudadanos, que a través de este símbolo insisten en la reconciliación, como paso fundamental para consolidar un verdadero proceso participativo de paz. La campaña es promovida por un grupo de jóvenes que le apuesta a este noble propósito”.
El jueves 16 de septiembre de 1999, el periodista y jefe de redacción del diario EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres, cerró la edición de ese día con este escrito en la portada, la cual no pudo ser publicada, porque hora y media después fue remplazada con una noticia atroz: a Guzmán lo mataron dos sicarios en el centro de la ciudad.

Quién mejor para la contar la historia de esa fotografía que su autor, el periodista y reportero gráfico Edgar De la Hoz, quien además presenció el asesinato de su amigo y jefe, no pudo hacer nada ante el pistolero que sin mediar palabras disparó a quemarropa.

“En ese entonces estaba de moda la campaña del No Más debido a la ola de secuestros y asesinatos a nivel nacional y que se estaba intensificado en Valledupar. Con base en ese criterio hice esa fotografía, al ver que en la ciudad había muchos vehículos con la bandera alusiva a la paz. Guzmán no dudó. -esa es la foto, no se diga más-. Así definimos la portada y el pie de foto fue lo último que él escribió ese día porque salimos al hotel Los Cardones a celebrar que nuestro compañero Óscar Martínez cumplía años”, así contextualiza De la Hoz la fotografía que nunca pudo circular por culpa de los violentos.

La muerte del jefe de redacción del diario EL PILÓN representó el silencio de los medios de comunicación local frente a muchas violaciones de derechos humanos que se siguieron presentando, pero nadie se atrevía a hacer lo que hacía Guzmán por miedo a correr la misma suerte.

“Trabajé con Guzmán y su talante de periodista investigativo nos dejó muchas enseñanzas, no solo en temas de conflicto armado, sino en otros temas como el ambiental y social. Esa primera página que nunca se publicó, titulada ‘Quiero la paz’ bien podría ser la portada de mañana o de cualquier día de estos en los que se habla de paz. ¡Me imagino a Guzmán cubriendo hoy lo que vive el país!”, manifiesta Ana María Ferrer, actual directora del diario.

Es que Guzmán era un pacifista, más que periodista, según afirma su hermano Yury Quintero, quien escribió el libro ‘Quiénes y por qué asesinaron al periodista’, en el que asegura que se trató de un crimen de Estado y pide que sea declarado crimen de lesa humanidad, porque pese a haber dos personas condenadas como autores materiales del crimen no hay castigo contra quien lo orquestó.

“Seguimos buscando de la justicia y por eso año tras año seguimos haciendo actividades y esperando que se haga justicia y pedimos que sea declarado de crimen lesa humanidad. En el libro muestro directamente a los militares que están detrás de la muerte de mi hermano. Fue un crimen de Estado y borraron todas las pruebas que había, pero no pudieron borrar su trabajo periodístico que muestra las violaciones de derechos humanos por parte del Ejército”, afirma Yury.

Hoy la familia del periodista inmolado está a favor de la paz y espera que lleguen a buenos términos las negociaciones del gobierno colombiano y las Farc, porque consideran que así lo hubiese querido su ser querido.
“Él era un promotor de la paz y venía trabajando incisivamente en ese proceso. Inclusive, apoyó al alcalde Luis Fernando Rincón en la primera consulta popular que se hizo por la paz en Aguachica, en 1995”, agregó el hermano de ‘Manso’, como por cariño apodaban a Guzmán.

También afirma que Guzmán hubiese disfrutado como ninguno ejercer el periodismo en la coyuntura actual del proceso de paz, pero paradójicamente esa lucha por llevar la verdad y a través de sus publicaciones hacer visible las violaciones de los derechos humanos le costó la vida.

Las publicaciones de Guzmán

En 1995, Guzmán Quintero, como corresponsal de El Heraldo, recibió amenazas junto a su colega Álvaro Oviedo, corresponsal de El Tiempo, por el artículo ‘Los Hijos de la Sierra’, una investigación sobre la aparición de los paramilitares en el Cesar.

El 10 de mayo de 1999, EL PILÓN publicó el artículo “Ejército asesinó a dos mujeres”. Guzmán salió en la foto principal cargando a un bebé herido y en su informe explicó que las tropas del Grupo Mecanizado Rondón, al parecer pretendían atacar a un grupo guerrillero y por equivocación dispararon contra el vehículo particular, en el corregimiento de Conejo, sur de La Guajira.

El 2 de julio 1999, volvió a publicar en EL PILÓN otra historia esta vez titulada “Ejército dispara fuera de Polígono”, sobre un ejercicio de polígono, en el que de forma inexplicable, los militares dispararon contra una vivienda en Patillal, donde resultó herido un niño. La madre del menor herido, Saida Maestre, fue a EL PILÓN en busca de asesoría y Quintero le aconsejó demandar al Ejército. El 6 de julio, paramilitares incursionaron en Patillal, al norte de Valledupar, donde tres personas fueron asesinadas. Ese día, Maestre fue desaparecida  y días después fue encontrada muerta con signos de tortura.

“Si sabía que él había sufrido algunas amenazas, le tocó irse de la ciudad, en otra ocasión nos llamaron porque había resentimiento contra el periódico por la titulación y el escrito de algunos informes y como los que hacía Guzmán, jefe de redacción. Sabíamos que contra él existía algún riesgo”, recuerda Dickson Quiroz, miembro de la junta directiva de EL PILÓN, y en ese entonces director del diario.

Quiroz además recuerda que antes de la muerte de Guzmán se presentaron varias intimidaciones y reclamos al periódico por parte de oficiales del Batallón La Popa, debido a las publicaciones relacionadas con abusos de la fuerza pública.

En 2005, la Fiscalía informó a la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, sobre varias investigaciones que incluyeron una inspección judicial a un proceso penal en la Décima Brigada del Ejército, pero a la fecha no se conoce de alguna investigación formal en contra de ningún militar por el caso del periodista.

Perfil

Guzmán Quintero Torres era oriundo de El Carmen, Norte de Santander. Comunicador social de la Universidad Autónoma del Caribe en Barranquilla. Trabajó como corresponsal de El Heraldo, Caracol Radio, radio Macondo, Televista de Telecaribe, en el noticiero NTC y fue catedrático la Universidad Nacional Abierta y Distancia en Valledupar.

Tenía 36 años para la época en que fue asesinado y llevaba – aproximadamente- un año como jefe de redacción del diario EL PILÓN.

Los condenados

A 39 años de prisión fueron condenados Jorge Nelson Rosado Hernández, alias ‘El Parce’, y Jorge Eliécer Espinel ‘alias El Pichi’, quienes fueron vinculados por testigos de la Fiscalía como autores materiales por el asesinato del periodista. ‘El Parce’ está recluido en la cárcel Modelo de Barranquilla, mientras que ‘El Pichi’ continúa preso en la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar. Ambos insisten en que no asesinaron al periodista y que sus capturas fueron un montaje de la Policía.

Hoy se cumplen 17 años del crimen del periodista y jefe de redacción del diario EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres.

Por Martín Mendoza / EL PILÓN

 

 

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