- Se espera que la reconversión permita hacer de La Paz un nuevo municipio, lejos del comercio ilegal de combustible, debido a que este negocio es una bomba de tiempo para los habitantes.
Para evitar que se sigan presentando accidentes por el contrabando de combustible, como el presentado el lunes cuando se registró un incendio,en La Paz, inició el proceso de reconversión económica.
Con esto pretende acabar poco a poco con este expendio que día a día genera mayores problemas, entre eso la muerte de quienes se dedican a esa labor.
La Universidad Popular del Cesar y la Fundación Ecopetrol presentaron a principio de año el censo que, entre otros datos, arrojó que en la población mil 111 personas se dedican al tráfico ilegal del combustible, que genera entre 20 mil y 40 mil millones de pesos en ganancias.
Con esta información, que muestra que 799 personas desea tener su propio negocio, 692 quisieran recibir apoyo económico, 615 capacitarse y 551 cambiar a una actividad formal, la administración local empezó con el proceso de sensibilización de cada una de las familias.
“Diez funcionarios de la alcaldía junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, hacen un trabajo familia por familia sobre que hoy se debe cambiar la actividad económica que tantos problemas ambientales y sociales ha causado, considero que es la primera etapa, que no puede durar más un de un mes para luego hacer la oferta institucional”, dijo el alcalde Wilson Rincón Álvarez.
El mandatario dijo que debido a que 799 personas quieren capacitarse, le van ofrecer preparación en el tema minero y también en manufactura con las 274 mujeres que se encuentran en el negocio ilegal.
Según el censo, el panorama que muestra hoy La Paz es poco alentador, no solo por los choques que hay de manera permanente entre expendedores y la policía; los muertos y los incendios, sino también porque el 43 por ciento de los comercializadores son personas que provienen de Antioquia, Atlántico, Casanare, Córdoba, Guaviare, Manizales, Norte de Santander, Meta, Venezuela, entre otros.
El censo también mostró que en el negocio hay menores que están en esa actividad y son los jóvenes entre 18 y 29 años los que más trabajan con la gasolina ilegal.