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La pavimentación que transformó la vida de sus habitantes

El barrio Luis Carlos Galán, en La Jagua de Ibirico, renació gracias a la pavimentación de 18,821 metros cuadrados, cerca de 40 cuadras, con una inversión de 5.023 millones de pesos de las regalías que recibe este municipio, beneficiando a 22.184 residentes.

Después de 30 años, hoy se percibe un barrio próspero desde la entrada por sus calles pavimentadas. Hay ingreso y salida de motos, motocarros, volquetas, carros, camiones recolectores de basura y niños corriendo por los andenes, lo que demuestra que mejoró la transitabilidad vehicular y peatonal. Las familias optimistas han emprendido pequeños negocios y no hay quien no diga que esta obra cambió en un ciento por ciento la cara del barrio.

Desde que llegaron los primeros pobladores, hace más de tres décadas, las familias de este sector padecían la problemática de calles destapadas y de vías polvorientas y llenas de grandes piedras, lo que los alejó del progreso y de la facilidad de salir y entrar de su barrio en algún medio de transporte, sumado a todo lo que la falta de pavimentación conlleva.

Tal como relata la profesora Yusdarly Posada: “370 familias invadieron lo que antes era un terrero, hace 37 años y esto era intransitable. Con el pasar de los años las juntas comunales hacían actividades y traían volquetas de la mina con tierra para tratar de nivelar, pero el agua se llevaba todo y otra vez quedaban las piedras. ¡Uy, la vida nos ha cambiado bastante! Ya podemos transitar, se han valorizado las casas. Los niños ahora van al colegio en mototaxi y no aguantan el sol inclemente caminando’.

El líder comunal, Wilson Mejía, recuerda su barrio así: “Piedras, huecos y agua corriendo, eso era lo que se veía en el Luis Carlos Galán. Además de eso había una proliferación de zancudos enorme. Para los niños había mucho problema de gripa por el polvo y brotes en la piel por el agua estancada en el invierno. Esta gran obra también pensó en la movilización de los peatones y tenemos andenes muy bien construidos. Los niños pueden transitar sin el peligro de ser atropellados”.

Para una de las comerciantes del barrio, Fanny Alarcón, dueña de una pequeña tienda y quien vive hace 25 años en el barrio el cambio fue beneficioso. “Ahora con la pavimentación todo es mejor porque las motos y mototaxis llegan hasta acá y las ventas han mejorado.

Antes aquí había un manantial a la vuelta y esto era barro y piedras bastante grandes. Ya la gente no debe salir a los barrios vecinos a buscar cosas porque aquí hay buen comercio”, anotó.

Mientras recorre el barrio para mostrar todas las cuadras pavimentadas, Reinaldo Salazar, mototaxista afiliado a la cooperativa de transportadores AsociturJI, va contando que gracias a Dios las carreteras se pavimentaron porque no podía ejercer su oficio en su propio barrio.

“Nadie se atrevía a entrar y nos negábamos a traer pasajeros para acá porque la dificultad era muy grande. Ahora, además de poder servirle a la gente tenemos más ingresos. Yo hago transporte escolar a niños del barrio, los recojo y los llevo y cobro 40 mil mensual por cada uno. Es un beneficio para los niños que ya no tienen que caminar y asolearse para ir a estudiar”.

Proyecto superó estado crítico, gracias al plan de mejora

Dos meses antes de ser entregada esta obra, con la visita de seguimiento del Sistema General de Regalías del Departamento Nacional de Planeación (DNP), se detectaron fallas en las vías tales como desgastes superficiales prematuros, grietas en losas, andenes fisurados, bordillos sin dilataciones, arena contaminada, así como otros materiales de baja calidad.

Lo anterior dio origen a un plan de mejora hacia la administración local, para que el proyecto fuera entregado a satisfacción y así velar por la inversión eficiente de los recursos de las regalías. Las oportunidades de mejora encontradas por el Equipo de Seguimiento de la Coordinación Regional Caribe I del Sistema de Monitoreo, Seguimiento, Control y Evaluación de la Dirección de Vigilancia de las Regalías demostraron que hubo debilidad en la planeación, en los estudios y diseños.

Al respecto, el director del DNP, Simón Gaviria Muñoz, destacó que “le estoy haciendo marca personal a cada obra, a cada peso y a cada proyecto. Las inversiones eficientes deben llevarnos a combatir la corrupción, ahorrar costos y tiempos de ejecución”.

Para esta obra, que inició en la administración del exalcalde Didier Lobo, quien recibió y dio inicio al plan de mejora, fue necesario hacer empalme con la nueva alcaldesa Yarcely Rangel, quien logró el cierre, para así garantizar que ese proyecto lograra salir del estado crítico subsanando las fallas que no garantizaban su durabilidad.

“Acogimos de buena manera las observaciones del DNP, porque aquí no se trata de buscar responsables, sino soluciones, por eso antes de finalizar mi alcaldía requerimos al contratista. Esta es una obra que demuestra que con el engranaje de Planeación Nacional y el municipio se pueden hacer cosas importantes. Le hemos puesto fin a una problemática de más de 20 años”, afirma el exalcalde.

Por su parte, la alcaldesa manifiesta que “cuando inició esta administración, en 2016 esta era una obra que ya estaba terminada, sin embargo, el DNP hizo algunos requerimientos de mejora y nosotros estuvimos prestos a continuar trabajando para solucionarlo y para sacarla adelante. Hoy en día es una obra que le cambió la calidad de vida a la comunidad, mejoró la apariencia del barrio. Ya es un sector transitable”.

Para la mandataria, la lección aprendida en esta obra para futuros proyectos es “estar más pendiente de la supervisión, que desde la interventoría se esté más atentos para que las obras se realicen con calidad desde el inicio y garantizar que si se presentan anomalías puedan ser corregidas a tiempo”.

Categories: Crónica
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