Una muestra más de la fuerza de los jóvenes del Cesar fue la posición adoptada por los estudiantes universitarios del Cesar cuando conocieron que el Decreto 1203 los iba a obligar a firmar pagarés en vez de recibir su habitual beca, a través de Fedescesar, fondo creado desde el año 2004 para apoyar a los jóvenes de estratos socioeconómicos bajos a cursas sus estudios superiores.
Este Fondo que es soportado con recursos de regalías desde sus inicios, ha estado condicionado a un promedio académico, que deben cumplir los estudiantes beneficiarios, superior a 3.5, en el entendido de que todo derecho conlleva un deber, puntaje que entre otras cosas debería ser mayor, para así elevar la calidad de los profesionales.
Aquí es donde está la clave para que los estudiantes valoren y aprovechen este apoyo del gobierno departamental, que así como financia la educación básica primaria y secundaria, la alimentación y transporte escolar, también con regalías, también es oportuno que llegue hasta la Universidad, no como crédito sino como becas. Cualquier cambio en las reglas de juego es un retroceso para la sociedad cesarense, que hoy tiene mayores oportunidades de obtener conocimiento. Sólo la educación podrá acabar con la pobreza y la desigualdad.
Aunque la Administración Departamental corrigió su decisión, que específicamente se remitía al numeral 9 del Artículo 7 en el Decreto 1302, escudándose en un supuesto blindaje para el gobierno, es oportuno que este tipo de decisiones en un futuro se tomen de puertas abiertas con las universidades y representantes de los estudiantes.
El furor de las redes sociales volvió a hacer efecto y la voz de los universitarios se hizo sentir. Ahora deben ser vigilantes al cumplimiento académico y así como reclamaron de manera vehemente al gobierno departamental, también deben ser responsables y demostrar su compromiso académico. Las cifras son dicientes, sólo en el 2012 el Fondo Educativo Departamental del Cesar asignó 14.715 subsidios en total y para este año con recursos que superan los siete mil millones, se beneficiará a igual número de estudiantes.
El Gobernador del Cesar debe asesorarse bien, para que el decreto modificatorio sea justo y equitativo, y no lesione los intereses de los más pobres, ni la calidad educativa en el nivel superior. Así mismo, las universidades que reciben a los estudiantes beneficiados deben, de manera pública, informar datos estadísticos sobre la deserción de alumnos becados, rendimiento académico, indicadores éstos que servirían de base para tomar decisiones en conjunto, siempre en beneficio de la calidad profesional.