Dos mil 400 metros de altura y 120 minutos de recorrido no fueron impedimentos para que un grupo de jóvenes continúe su trabajo de preservación y cuidado sobre el medio ambiente.
Se trata del movimiento llamado ‘Greys Baena Galezo’, nombre que llevan en homenaje a una alumna fallecida hace cinco años y quien era estudiante de la facultad de Ingeniería Ambiental y Sanitaria. Ellos con su coordinador, Tony Muñoz, docente de la Universidad Popular del Cesar buscan recuperar en la región al ‘lorito oregiamarillo’ que habita en la palma de cera, especie de la que sembraron 110 plantas en la vereda el Cinco, jurisdicción del municipio de Manaure.
La palma de cera, es una palma nativa de los valles altos andinos de Cocora en el departamento de Quindío. Crece hasta 60 metros de altura, pero la traída al Cesar podría alcanzar los 40 metros en buenas condiciones de crecimiento. Las hojas son verde oscuras y grisáceas, con pecíolos de más de dos metros de longitud. El tronco es cilíndrico, liso, y cubierto de cera. Cuando las hojas mueren y caen, deja un anillo negro alrededor del tronco. Es una especie protegida y originalmente se conoce como ceroxylón quindiuense, tiene un crecimiento extremadamente bajo y vive más de cien años.
El presidente Junta de Acción Comunal de la vereda, Pedro Pablo Contreras Farelo, manifestó que la siembra es un acto importante para la Serranía de Perijá, que viene siendo afectada por el tema del cambio climático.
“Hemos venido tratando de fortalecer el movimiento hace varios años con los alumnos en el tema ambiental, hoy somos más de 180 estudiantes vinculados y tenemos referencia de este acto como fue un recorrido de 20 kilómetros con una vía de difícil acceso. En el recorrido alcanzamos a visualizar unas seis palmas de cera, eso quiere decir que hay un potencial bueno para recuperar esa especie que está en vía de extinción y que las personas no les dan importancia que merece”, explicó Tony Muñoz.
La actividad con los estudiantes de la UPC, contó con el acompañamiento de la Secretaría de Ambiente del Departamento y la Alcaldía de Manaure; como parte de este trabajo se acordó con los habitantes de la vereda perteneciente al ‘Balcón Turístico del Cesar’ hacerle seguimiento y cuidar las palmas.
En peligro de extinción
Las palmas de cera llegan a medir hasta 60 metros y pueden vivir 200 años, pero cada vez están más amenazadas por el avance de la ganadería en Quindío y Tolima, de donde son nativas.
La mayoría de esta especie se observa sobre el valle de Cocora, en Quindío, donde hoy algunas adornan esas montañas. Y aunque el ‘loro orejiamarillo’ aprovecha los troncos muertos para refugiarse, biólogos y botánicos temen que el fenómeno de la muerte prematura de la palma se extienda masivamente.
La planta fue elegida como el Árbol Nacional de Colombia durante el gobierno de Belisario Betancur, y aparecen en el billete de 50.000 pesos que circula en Colombia.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co