X

La oscuridad de Electricaribe

Crecen cada día las quejas de la comunidad por el servicio de energía que les presta la empresa Electricaribe, inconformidades que han generado reacciones de todo tipo entre sus usuarios, a tal punto que han utilizado las vías de hecho.

Curumaní, Becerril, La Paz, El Paso, La Jagua de Ibirico, El Copey, son parte del grupo de municipios más afectados por el pésimo servicio, que la empresa justifica de diferentes maneras, pero que se traducen en el cierre de importantes vías, como la Troncal de Oriente a la altura del municipio de Curumaní, o el más reciente en Becerril, que interrumpió por varias horas el tráfico entre la vía Valledupar-San Roque.

El panorama es oscuro para Electricaribe, que a pesar de anunciar importantes inversiones en el mejoramiento de la infraestructura y de su intención de llevar un buen servicio, no ve la luz al final del túnel.

En el 2012 los personeros del Cesar pidieron enérgicamente a la empresa una respuesta urgente para solucionar las fallas del servicio, el cual calificaron como pésimo, con el apoyo de la Procuraduría Regional y la Defensoría del Pueblo. Ese mismo año el actual representante a la Cámara de Representantes por el Cesar, Juan Manuel Campo, convocó una audiencia pública para ventilar todos los problemas de Electricaribe y tratar de comprometer a dicha empresa con soluciones. Nada pasó. Todo sigue igual, incluso empeoró.

Los más enérgicos son los habitantes de Curumaní que quemaron la sede de Electricaribe –comportamiento que rechazamos-, y taponan la vía nacional frecuentemente como única alternativa para llamar la atención. Valledupar no se queda atrás y también padecen sus habitantes por el mal servicio.

Las inversiones que hace Electricaribe no surten efecto. En otras ciudades no ocurre lo mismo y al igual que Valledupar, tienen árboles, las líneas son áreas y las estaciones y subestaciones están estratégicamente ubicadas como en la capital cesarense. En Bogotá y en la mayoría de las ciudades del interior del país, cuando llueve no se interrumpe el servicio, tampoco se presenta en ciudades como Barranquilla, Santa Marta y Riohacha, ubicadas en la Costa Caribe, situación que si ocurre en Valledupar.

Esta empresa que siempre está en entredicho por su mal servicio, debe iniciar un plan de mejoramiento real y sincero, sin promesas que no pueden cumplir, sin justificarse en las conexiones fraudulentas de los barrios subnormales o las lluvias que se registra en la región.

Aquí juega un papel importante la Superintendencia de Servicios Públicos, entidad que debe ser más enérgica y contundente, al igual que la Comisión Reguladora de Energía, de acuerdo con sus competencias, para evitar asonadas, protestas, cierres de vías, que nada bueno dejan en las comunidades. Los usuarios que pagan por un servicio y no lo reciben a satisfacción tienen todo el derecho a protestar, pero esto se evitaría, sí Electricaribe presta un buen servicio.

Categories: Editorial Opinión
Periodista: