No sabemos aún el grado de intervención, o recomendaciones que tienen las entidades territoriales y Área Metropolitana sobre el funcionamiento de esa ‘nueva policía’, pronta a operar. El representante de la veeduría y de los policías retirados Manuel Atilano ha hecho interesantes observaciones en EL PILÓN. Es más que un edificio inmenso. Son seres humanos, policías, hombres y mujeres, que deberán aumentar en número, bienestar y en profesionalidad, en eficacia espacial, y movilidad. Que nuestras autoridades se reúnan e informen con los veedores y la institución para que esa oportunidad para la seguridad de los ciudadanos no se desprecie.
Conservador de puestos y contratos
Debe estarse revolcando en el sepulcro Álvaro Gómez Hurtado, quien advertía del peligro mayúsculo de que su partido, el Conservador, se convirtiera en el mayor soporte del ‘régimen’, ese contubernio de la clase política, los políticos y la administración fraudulenta del Estado. Nada ideológica, nada moral.
Que el gobierno del presidente Gustavo Petro, que ha proclamado ser el primero de izquierda en doscientos años, haya contado con el respaldo del Partido Conservador, declarándose oficialmente como partido de gobierno es vivir para ver; a lo que ha llegado nuestra política y el oficio, el diario vivir de ganarse la vida, de muchos políticos que no ven un deseo de transformar la sociedad o representar a sus correligionarios con sus ideas y principios de su visión de sociedad sino su particular interés de engordar su clientela y su patrimonio personal. Qué desastre. El presidente Petro, que es un hombre inteligente y de principios ideológicos, debe estar muriéndose con sorna de la risa.
Esperamos que la Reforma Política que ha propuesto cambie profundamente las cosas porque podemos seguir en las mismas, como lo señalamos este lunes en nuestro editorial. ¿Otra prueba más?
Que así se haya declarado el Partido Liberal, por pragmatismo, por conveniencia, vaya uno a tolerarlo porque podrá aducir que las ideas liberales, audaces y librepensadoras y progresistas, de esa retórica socialdemócrata que defendieron los López Pumarejo y López Michelsen y Serpa Uribe, encuentran comodidad con Petro, – con beneficio de inventario después de haber apoyado al presidente Duque – hasta se entendería …
Y que los de la U, afines al ‘santismo’, que ha hallado en el gobierno de Petro y su fórmula de paz redención, lo pasa cualquiera…
¡Pero el Partido Conservador! Ni siquiera el nombramiento de un miembro de ese partido como Guillermo Reyes, en el Ministerio de Transporte (una persona amiga del presidente que quiere acertar y ayudar por razones afectivas a nuestra región vallenata), daba para tanto. Tendrá que protegerse el ministro de que no lo enreden esos amigos con semejante codicia. A lo que hemos llegado en la degradación de la ética pública y el más descarado uso de los bienes comunes de los puestos, contratos y sus derivadas e insultantes coimas.