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La novela sobre la vida de Diomedes Díaz

Se trata del suceso televisivo más importante de Colombia en el momento, una proyección refrescante que rescata costumbres menguadas por la urbanización, especialmente ese cantadito que languidece en nuestros pueblos. Ahí están nuestros paisajes fascinantes y no puedo decir: “Tenían que venir los cachacos a concientizarnos de que somos dueños de un valle hermoso”, porque ya Ciro Guerra, un cesarense nacido en Río de Oro, había mostrado el amor por su región paisajística en su laureada película ‘Los viajes del viento’ y Jacobo Solano publicó un almanaque que es como dice ‘Poncho’ Cotes Junior “del putas” porque muestra el colorido del Valle del Cacique Upar.

La novela de Diomedes es un aporte promocional extraordinario a nuestra región, costumbres y patrimonio musical.
Algunos argumentos, imagines en discrepancia con la realidad es por la necesidad de colocar un producto comercial en el mercado, siempre ha sido así y siempre va a ser así; las aspiraciones nuestras son muy localistas porque olvidamos que el mundo es grande y que hay otras visiones metropolitanas y cosmopolitas; la sociedad se montó en el tren de la globalización y este va avanzando.

Al director Herney Luna le entregan un libreto y unos casting, y él tiene que ser acertado al escoger a los actores que pueden dar el perfil psicológico del personaje, y no tanto el parecido físico, es decir: Que a veces no se busca personificar a la celebridad si no caracterizarlo. Este ejemplo está bien claro en el caso de nuestro señor Jesús el Cristo. La única y verdadera imagen que existe de él fue tomada de una incisión grabada en esmeralda, mandada a burilar por orden de Tiberio, emperador Romano. Procede del tesoro de Constantinopla y fue entregada al Sultán de Turquía al Papa Inocencio Octavo en pago del rescate de su hermano, cautivo de los cristianos.

Los judíos son de pelo negro, ojos profundamente negros; más sin embargo “El rabí de Galilea” ha sido caracterizado por actores norteamericanos y europeos de ojos azules, verdes piel blanca cabellos rubios. Personificarlo implica un parecido fisco extraordinario, eso a veces no funciona, ha ocurrido que el aspirante es un doble del personaje, pero no da la medida.

El personal técnico tiene que ubicar las locaciones que den la impresión deseada, resulta increíble que mucha gente nuestra apenas caen en cuenta de que vivimos en un valle maravilloso gracias a la novela, el montaje de los escenarios es impresionante, por último el director tiene que convertir los libretos en imágenes actuadas que no es un asunto de soplar y hacer botella. Saludo les manda el doctor Leandrito, el medico del pueblo.

Rosendo Romero Ospino: