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La noticia musical entre notas disonantes

Valledupar fue declarada Ciudad Creativa de la Música junto a un selecto grupo de 65 ciudades del mundo por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco. Estamos acompañados de ciudades como Beirut (Líbano), Literatura; Belo Horizonte (Brasil), Gastronomía; Biella (Italia), Artesanía y artes populares; Valladolid (España), Cine, entre otras, que ya completan 246 de la Red de Ciudades Creativas.

Nos complace la noticia, pero como aquella declaratoria en diciembre de 2015 que también hizo la Unesco, esa vez con el vallenato: Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en Necesidad Urgente de Salvaguardia, estos reconocimientos se constituyen en llamados de alerta para valorar lo propio, la riqueza cultural, defenderla y engrandecerla con las medidas pertinentes y puntuales desde todos los sectores. Lo público, lo privado, los medios de comunicación y la sociedad podemos seguir repitiendo lo que nos han declarado y dormirnos a esperar que nada pase.

Debemos reconocer el esfuerzo de promoción y gestión que hizo el alcalde Augusto Ramírez Uhía en mayo de este año en París, Francia, quien en compañía de la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez, expusieron a Valledupar como la ciudad merecedora de tales reconocimientos, lo que hoy se ve materializado por decisión tomada ayer, miércoles 30 de octubre.

Mientras esto ocurría, las instalaciones del Centro Eventos Paisaje de Sol, nuevo auditorio del colegio Instpecam, permanecían resguardadas por uniformados de la Policía Nacional, que con vallas buscan garantizar que manifestantes no se tomen por sorpresa el desarrollo del escrutinio de votos.

Ya hemos llamado a la calma por ese hecho en particular y seguimos invitando a la comunidad a que permita que los líderes de esta contienda tomen las medidas pertinentes y más adecuadas para resolver cualquier diferencia.

Por supuesto, y como lo mencionamos líneas atrás, estaremos indagando por los beneficios que esto puede traerle a Valledupar. “En todo el mundo, estas ciudades, cada una a su manera, están haciendo de la cultura no un accesorio, sino un pilar de su estrategia. Es una prueba de innovación política y social y una señal poderosa para las generaciones más jóvenes”, fueron las palabras de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y estamos obligados por un deber moral a plasmar esas palabras en nuestras mentes para que se consolide el propósito.

Vale la pena recordar que aún se le debe a la comunidad la pedagogía necesaria sobre el proyecto ‘economía naranja’, pues se acaba el gobierno de Ramírez Uhía y no se dieron enormes pasos al respecto.

Esperamos, señor alcalde, que este diciembre cierre con broche de oro y se dé la declaratoria nacional de Área de Desarrollo Naranja, ADN. Confiamos en que se sienten las bases para el futuro cercano de nuestro folclor como sector contundente de la economía.

Categories: Editorial
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