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La niña maltratada

Carla Yulianys Cabarca González

En una ciudad llamada Estambul donde vivían un amoroso padre y una niña que era maltratada por su madre y por su padrastro.

La madre perdió a su esposo y no le importó y encontró a un nuevo amor. Éste maltrataba tanto a la madre que la obligaba a trabajar en un bar; cada día se volvía un ser más duro, perdió ese amor y ese cuidado que tenía por su hija. La niña empezó a cuidarse sola, la niña tenía que cocinar porque su madre nada más cocinaba para su esposo.

Un día su maestra estaba enferma y llegó una nueva profesora, a ella no le gustaba compartir con sus compañeros de clase, y esto hacia que la niña se encariñara cada día más con la profesora nueva, un día la niña fue al baño y se desmayó porque no había comido, la profesora al ver que la niña no regresaba fue a verla y cuando la encontró tirada en el piso, la llevo a  enfermería y le encontraron maltratos en su cuerpo, luego llamaron a su madre para que fuera al colegio, y cuando esta llegó, la enfermera y la profesora le hicieron unas preguntas sobre su hija, ¿Por qué su hija tenia tantos golpes en su cuerpo?  Y ella dijo que no sabía nada y se enojó.

Un día la maestra iba a llevarle un cuaderno a la niña, pero le causo curiosidad una bolsa de basura que se movía al frente de la casa, se acercó con mucha curiosidad, ella la abrió y encontró a la pequeña niña, quedó asombrada, la abrazó y la llevó a casa, habló con ella, le dijo que, si se quería quedar, la niña le dijo sí. La niña regresó a su casa como todos los días, como a nadie le importaba se fue al mar en el momento que se aproximaba una tormenta.

La niña desapareció y la madre estaba tranquila se deshizo de las cosas de la niña y siguió con su esposo. La niña se había ido con la profesora a otra ciudad y estaban felices, la niña la llamaba madre y la profesora la llamaba Turna. Cuando salía de la casa la madre de Turna la vio y le aviso a la policía.

La profesora estuvo varias semanas detenida hasta que demostró su inocencia y las ganas que tenia de ayudar a la pequeña Turna quien ya sentía ese cariño de madre de parte de ella.

Por fin la justicia hizo que la mamá y el padrastro recibieran su castigo. La profesora adoptó a la pequeña. Turna estaba muy feliz con su nueva madre y fue feliz con su nueva vida.

Por: Carla Yulianys Cabarca González – Colegio Joaquín Ochoa Maestre

Periodista: