La escasez de agua en Valledupar, en algunos sectores, ha sido recurrente. Recientemente un ciudadano capturó en un video aficionado el derroche hídrico cerca de la glorieta de La Pilonera. EL PILÓN consultó a Emdupar. Según lo explicó Fabián Mendoza, jefe de Planta y Gestión Técnica, el derramamiento de agua se originó debido al mal estado de las tuberías.
Esta revelación destaca la importancia de evaluar y mejorar las tuberías en la ciudad. Por ello, Emdupar promete llevar a cabo procesos de verificación para identificar redes de tuberías que no estén registradas en sus planos. Esto es esencial para evitar pérdidas innecesarias.
Sin embargo, la escasez de agua va más allá de estos incidentes puntuales. Se han experimentado problemas en la continuidad del servicio de agua potable en varios barrios debido a la alta turbidez del agua en la Planta de Tratamiento. Las intensas lluvias en la parte alta de la Sierra Nevada agravan este problema y colman los predecantadores y filtros. Debería averiguarse las recomendaciones de la consultoría colombo-coreana que recientemente concluyó el Minvivienda para superarlo.
A pesar de estos esfuerzos y cuando se superó el pasado sábado la turbidez, las interrupciones y bajas presiones han generado descontento en algunos barrios. Ese descontento creció luego que Mendoza recomendó la instalación de tanques de almacenamiento en las viviendas. Pero en viviendas pobres esos tanques valen, y ponerlos en alto, con cheques y flotador, requiere, además, bombas de impulso que gastan costosa energía. Esta solución para los pobres es inusual porque la ciudad siempre ha tenido, por condiciones de la fuente y de pendiente, un acueducto bondadoso.
El vandalismo y sabotaje en las redes de agua también han sido un factor importante en esta situación. La denuncia del sindicato mayoritario de Emdupar, Sintraemsdes, sobre la manipulación de válvulas para afectar la distribución del agua en algunos barrios es preocupante. Esto pone en peligro el suministro y muestra la necesidad de implementar medidas tecnológicas para monitorear y proteger el sistema de abastecimiento de agua.
En conclusión, la problemática del agua en Valledupar es multifacética y requiere un enfoque integral. La inversión en infraestructura, la adopción de prácticas de uso responsable y la conciencia ciudadana son pilares fundamentales para superar estos desafíos y garantizar un suministro de agua potable confiable y sostenible para todos los habitantes de la ciudad.
Valledupar atiende a más del 95 % de su población con servicio continuo de agua potable, pero los problemas de distribución están asociados a que no se hicieron las infraestructuras y reposiciones de redes necesarias. No se cuenta con medidores de indicadores de presión en los barrios, entre otros. Son del orden de $100.000 millones que se deben buscar y el Fondo Empresarial de la Superintendencia de Servicios, que ha intervenido a la empresa, debería contribuir a ese propósito.