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La mujer, protagonista en la labor social en el Cesar

Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer luego de que la Organización de las Naciones Unidas, ONU, lo declarara oficial en 1975. En este día es importante resaltar la labor de las mujeres que a lo largo de la historia se han esforzado para que sus derechos sean reconocidos en la sociedad.

Esta fecha se recuerda una serie de acontecimientos como la muerte de 120 mujeres que trabajaban en una fábrica de textiles en Nueva York y decidieron el 8 de marzo de 1857 salir a las calles a machar con el lema ‘Pan y rosas’ por las pésimas condiciones laborales y los bajos salarios que recibían en comparación con el de los hombres que sobrepasaba más del 50 % de lo que ellas ganaban.

Igualmente, el 8 de marzo de 1908 marcó la historia del trabajo y la lucha trascendental en el mundo entero. El incendio en la fábrica Cotton de Nueva York en el que murieron alrededor de 130 mujeres en el edificio, luego de que se declararan en huelga para exigir una reducción de su jornada laboral y un salario igual al de los hombres. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del inmueble para que las mujeres desistieran de su idea y abandonaran el lugar.

Teniendo en cuenta esta fecha tan valiosa para la sociedad, desde EL PILÓN resaltamos la labor de las mujeres cesarenses quienes se han dedicado a servirle a la comunidad en diferentes sectores educativos, culturales, políticos y sociales.

Lipe Perea, Soraya Bayuelo, Catalina Pérez,y Ana Rocío Jiménez. Foto: Cortesía Ana Jiménez.

CHANGAINA, UN LIDERAZGO TRANSFORMADOR

Resaltando el liderazgo de las mujeres afrodescendientes y su identidad cultural en el departamento del Cesar, Ana Rocío Jiménez Solano, licenciada en etnoeducación y con un postgrado en psicología, ha venido realizando un proceso social por más de 12 años donde ha trabajado en conjunto con más de 700 mujeres en la Fundación Americana de Mujeres Negras del Cesar, Changaina, -cuyo nombre significa ‘Mujer’ en lengua palenquera- para disminuir los índices de discriminación en los jóvenes y niños; los procesos de racismo y la exclusión social del género femenino en la sociedad.

Ana Rocío Jiménez Solano siempre se ha caracterizado por ser una mujer con liderazgo que ha luchado por los derechos de las mujeres afrodescendientes. El lema de la fundación es ‘Liderazgo transformador’ con el que busca cambiar el pensamiento de las personas a través de la educación, la cual considera como “la punta de lanza” para cambiar cualquier circunstancia y encontrar la solución a los conflictos. Además es promotora y facilitadora para que los jóvenes del departamento accedan al fondo de becas de las comunidades negras.

A través de la fundación ha logrado que un grupo de estudiantes de diferentes instituciones como la Fundación Universitaria del Área Andina, Uparsistem y la Escuela Normal Superior de Manaure, entre otras, realicen su trabajo social en la fundación y contribuyan con el fortalecimiento de la identidad de la comunidad afrodescendiente.

Los estudiantes que ingresan a la fundación pueden aprovechar el recurso de becas de comunidades negras en las que se les otorgan incentivos económicos para que desarrollen el trabajo social con la comunidad afro y de esa manera, fortalezcan la identidad de la comunidad en la población infantil. La fundación se encarga de brindarles un acompañamiento y realizan un seguimiento periódico desde el momento que se postulan hasta que se gradúan.

Foto: Cortesía.

Igualmente, para beneficiar la labor de los estudiantes, la Fundación Americana de Mujeres Negras del Cesar ha presentado una agenda internacional para obtener un ‘Plan Padrino’ que permita apadrinar económicamente a aquellos jóvenes que son beneficiados con la beca, ya que en varias oportunidades han manifestado que no cuentan con los recursos suficientes para cancelar los primeros semestres.

Teniendo como base los proyectos presentados por los estudiantes, actualmente la fundación ha creado un proceso de reparación colectiva con el grupo de afrodescendientes en el corregimiento de La Vega donde realizaron una jornada de capacitación con la Defensoría del Pueblo. Así como diplomados, ejercicios de escuela para padres, cineforos y en las redes sociales envían mensajes de reflexión y empoderamiento de las mujeres.

Además de su labor como líder de la Fundación Americana de Mujeres Negras del Cesar, Ana Rocío Jiménez Solano, gracias a su labor docente, ha contribuido con la creación de diferentes eventos culturales en el municipio, ejemplo de ello es el Festival de la Afrocolombianidad que se viene realizando desde hace 12 años en el municipio de Pelaya, Cesar, donde visibilizan la labor de la mujer cantadora y la mujer negra.

Foto: Cortesía.

Igualmente, en Becerril apoyó la creación del Encuentro de Tamboras junto con Edwar Osorio, líder afro, integrante de la comunidad LGBTI y creador de la Fundación Maculele. Del mismo modo, en Villanueva, fundó el Festival de Tamboras con los estudiantes de la Universidad de la Guajira.

Ana Rocío Jiménez trabaja de la mano de 700 mujeres para fortalecer los procesos de etnoeducación en el departamento del Cesar. Foto: Cortesía.

Durante su recorrido como líder cultural y la experiencia como etnoeducadora, Ana Rocío Jiménez Solano tomó la decisión de escribir el libro ‘Más allá del color de la piel’ donde plasma todos sus conocimientos en costumbres, tradiciones y legados adquiridos en el territorio y su esfuerzo por resaltar la labor de las mujeres afrodescendientes y la identidad cultural el cual tiene pensado publicar en tres idiomas: español, portugués y francés.

La labor realizada por Ana Rocío Jiménez Solano es encaminada a resaltar la equidad de género, siempre en función de destacar a la mujer, ya que es madre de tres mujeres y por eso ha luchado por dejar huella en los municipios donde ha trabajo la etnoeducación para que se reconozca la labor de las mujeres negras y la identidad cultural.

Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello / EL PILÓN

Periodista: