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La marca del hierro que te identifica

Dentro de las herramientas que utilizan los ganaderos en sus labores de campo, está el hierro, un instrumento que el hacendado o dueño del hato usa para identificar sus ejemplares, esto lo hace a través de un herrete o marca. “Existen dos razones básicas por la cuales se debe marcar el ganado: la primera es para que el dueño identifique los animales que le pertenecen y la segunda es controlar la productividad de sus reses”. Los periodos de proselitismo político en el cual se debate nuestro país, nos hace sentir como si hiciéramos parte de un hato; exactamente como un animal marcado con el hierro. Con letras, logos, colores que indican a que hato pertenecemos. A pesar de las permanentes quejas y las diferencias entre unos y otros sectores políticos, las desavenencias que nos mueven a pensar, por ejemplo, que los congresistas son corruptos, que los alcaldes y gobernadores, vaya usted a pensar que no, solo sirven para robarse la plata. Y los concejales y diputados que también escogemos nosotros a través del voto popular son mal vistos en su actuar de control y coadministración

Quejas y mil razones por la cuales no se votaría por “x” o “y” candidato. Escuchamos por ejemplo: que no votaría por un candidato de izquierda, porque es generar políticas de odio y segregación. No voto por la derecha porque eso significa seguir con procesos corruptos, criminales y de impunidad. Pero vea usted, las calidades publicitarias con el ingenio a flor de piel, nos ponen a bailar, a cantar, a usar colores y a identificarnos con una letra, con un logo o con frases que ocultan los nombres de los dueños del hato. Si, los cerdos, las cabras, las vacas y toros ya están identificadas. Nosotros nos polarizamos, esto hace la diferencia con los borreguitos, pues los animales no pelean entre ellos; simplemente cargan su marca y pasan su vida encerrados; mientras que por estos lados, nos enemistamos con el vecino, con el amigo de toda una vida, con el hermano o cualquier otro pariente. Entre más identidad haya, más acérrimos nos volvemos en ese sentido. Ponemos la letra o el logo en el carro, en la puerta de la casa, la camiseta política y su color se vuelve más importante que la de la selección. La gorra, entre más vistosa mejor, nada ni nadie nos la quita ni en broma; las muñecas brillan con las manillas que casi hablan.

Nos encanta montarnos en el bus de la victoria, a pesar de la cantidad de anomalías en los procesos administrativos y sea cual sea el político o politiquero de turno. La política no es mala, es necesaria; la politiquería es nefasta y hace daño. Los políticos no son malos, son necesarios para aplicar políticas de desarrollo y crecimiento, Los hierros dejémoslos para el campo y la ganadería. Para nosotros asumamos la ideología y los buenos planteamientos programáticos. Solo Eso.

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Eduardo Santos Ortega Vergara: