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¡La mama de las jugadas!

¿En qué se parece la Semana Santa al juego de dominó? Al final de esta columna lo sabrán.

La lucha era feroz, cruel y desigual, David y Goliat, de un lado ‘El Turco’ Yalil y Fausto Cotes, jugadores expertos, hábiles, sagaces y avispaos como buenos jugadores de póker que son, al frente Hilario Añez y yo, par de pendejos inocentes que ni siquiera levantan la cabeza o tiran una patadita por debajo de la mesa, era pelea de tigre con burro amarrao o de mango maduro con un toche. Jugábamos a 70 pintas y con mucha suerte llevábamos 67 a 48, solo teníamos que ganar para irnos y cobrar lo depositado previamente, porque si no es así todo mundo queda debiendo y a veces hasta el depósito se pierde.

Salió Yalil con el doble seis e Hilario dio un cinco y Cotes cascabeleó, se pió, dice Bernelly López y mató la salida y cuadré a cinco, ‘El Turco’ también se quejó y gritó “paso”, jugó Hilario, lo hizo Cotes y nuevamente pasó Yalil, jugó Yayo y Cotes dio un cuatro, yo tenía el doble cinco, al borde de ahorcarlo, pero sí me cruzaba ‘El Turquito’ con sus finas y diminutas manos entraba y ganaba y preferí arriesgarlo y maté con el cuatro y blanco, ¡fue la jugada genial!, mi compañero quedó con cabeza doble de blanco y la suerte de mi doble cinco en sus manos. Pensó un buen rato al mejor estilo de otro compañero ‘Juancho’ Pinto, con la diferencia que ‘Juancho’ analiza y es certero y mi compañero la embarra y me preguntó, cuántas fichas tenía, la embarró pensé, pues todo mundo sabía que yo tenía el doble cinco y le dije unona para que entendiera que era grande y saben qué hizo, en vez de cruzarse con la pelá y yo llegar con mi doblón, resolvió no ahorcarme, sino ahorcarse y fusilar su “pelá”, permitiendo que el doctor Fausto, ahora caigo en cuenta que a pesar de los muchos pases, llegara, creo que escondió fichas y ellos que llevaban 48 pintas se fueran, pues Yalil estaba fuera de combate con el doble cuatro acribillao, Hilario con el cinco y tres y yo con el doble cinco en la mano, total 26 pintas y 48, se fueron.

Esa es la mama, sin tilde de las jugadas, yo no había visto otra igual y como todo mundo tiene una excusa, dijo gritao: Marcelo me hizo seña en la espalda, casi me rompe la camisa y yo no lo dudo, pues esa es costumbre de Chelo para reírse después.

Ya ven por qué la Semana Santa se parece al dominó: en ella los judíos sacrificaron a Cristo y en él Hilario Añez fusiló la pelá.

En este grupo de hermanos las picardías son pillas que divierten, aunque a veces Leo Maya y Yalil botan unos piedrones que los pone al borde de un infarto, pero para eso tienen a Marcelo a la mano.

Mi solidaridad con mis hermanos guacocheros ante el crucial momento que están viviendo por el invierno y una obra mal hecha. Señores contratistas e interventores, ya basta de chambonadas y procedan a corregir entuertos y las autoridades respectivas abran las correspondientes investigaciones administrativas para que sean sancionados tal como ha acontecido con el doctor Carlos Collin, el del Túnel de la Línea, a quien le suspendieron su tarjeta profesional por dos años y mi solidaridad también con el emérito, prestigioso y pariente columnista Hernán Maestre Martínez, que olivos ni palmas, que sólo producen hojas secas y tuquecas, sembremos lo que aquí pega bien, da buena sombra y quita el hambre: mangos, nísperos, cotoprixes y mamones y mostrémosle al mundo que somos una ciudad sui generis por su arborización.

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Jose_Aponte_Martinez: