En el año de 2017 se llegaron a exportar 90.5 millones de toneladas de carbón, constituyéndose en un récord histórico. El mercado y los precios del carbón, al igual que las demás materias primas, responden a ciclos de expansión y alzas seguidos por su contracción y bajas. Entre 2003 y 2012 se registró un largo ciclo de precios altos. En el año 2011 el precio del carbón llegó a niveles de US $102.35 la tonelada. Luego vendría el que yo he llamado el cuarto menguante del auge minero-energético, concomitantemente con la contracción del mercado y la destorcida de los precios.
Hay un antes y un después del año 2015, signado por los Objetivos del Desarrollo Sostenible adoptados por la comunidad internacional y por el Acuerdo de París en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio climático, que tienen como propósito fundamental la descarbonización de la economía global. Esta conlleva una drástica reducción del consumo de las fuentes de energía de orígen fósil, traduciéndose en una tendencia a la baja del precio, que hoy oscila arededor de los US $40 la tonelada, el ¡58 % por debajo del precio de hace apenas dos años!
El ministro de Minas y Energía, Diego Meza, pensando con el deseo, afirmó recientemente: “no le vamos a dar la espalda al carbón”. Pero, realmente, es el mundo entero el que le está dando la espalda al carbón y está tomando distancia de este y dicha tendencia es irreversible. Como lo advirtió el ex presidente de El Cerrejón Guillermo Fonseca: “en los próximos cinco años la demanda de carbón del mercado del Atlántico, que es nuestro mercado natural se va a contraer a la mitad”.
Y para allá vamos, con el agravante que los carbones de Colombia no compiten en el mercado asiático, que es el que todavía se mantiene, por los altos costos del flete. A la contracción del mercado le sigue la reducción de la producción, que en los últimos 3 años ha pasado de las 84.3 millones de tonaladas en 2018 a las 80.3 millones en 2019 y este año llegará a lo sumo a las 65 millones de toneladas.
Como lo sostiene la multinacional Prodeco, empresa esta que extrae el carbón en el Cesar, en comunicación enviada a la Agencia Nacional Minera solicitando autorización para la suspención de operaciones por los próximos 4 años, que se vendría a sumar al cese de operaciones de otra minera en el Cesar, la Colombian Natural Resources (CNR), “la demanda de carbón térmico la determina la demanda de capacidad de generación de electricidad con carbón más la demanda de los sectores del cemento y el industrial. Durante los años 2010 a 2019 se han cerrado 39 GW de capacidad europea de generación a carbón y se proyecta cerrar 52 GW más hasta el año 2030”. Aunque la ANM negó dicha solicitud, Prodeco insiste y le está pidiendo que reconsidere su decisión. Estamos, entonces, advertidos de la mala hora por la que está pasando el carbón.
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