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La luz, le saca la piedra a ‘Las Rocas’

Se quejan por alta facturación

Los habitantes del barrio Las Rocas del Valle, en el noroccidente de la ciudad, están que se ‘arrancan los pelos’ a raíz de los altos costos que se deducen de sus recibos de energía eléctrica, que entre un mes y el otro han registrado lo que ellos mismos han denominado un ‘aumento exorbitante’.

Los casos pululan por doquier.  La situación afecta a la gran mayoría de los moradores del sector, llámese tendero, vendedor de minutos, de comida, ambulantes o personas comunes y corrientes, quienes han visto que sus recibos de energía entre el mes anterior y el presente se ha aumentado ‘inmisericordemente’.

No obstante, para contextualizar en el problema, hay que decir que en el barrio Las Rocas del Valle, la empresa Electricaribe no tiene instalados contadores individuales vivienda por vivienda, como sí ocurre en otros sectores de la ciudad. “A nosotros sí nos llega un recibo mensual, pero corresponde prácticamente a un cargo fijo que me llegaba por alrededor de los 20 mil pesos; hoy veo con sorpresa que el recibo me está llegando por un valor de 37 mil pesos, 17 mil pesos más”, aseguró Francisco Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal y quien también resultó afectado por los inesperados aumentos en los recibos.

Como en las viviendas no hay contadores instalados por Electricaribe, la comercializadora de energía eléctrica que opera en la ciudad de Valledupar optó por la medición de la energía en forma comunitaria; “por eso es que acá hay cinco contadores comunitarios, no se con qué tipo de criterios la empresa le cobra a unos más que a otros, a diferencia de los que tienen sus negocios; pero me pregunto, ¿sobre qué base también ha decidido Electricaribe aumentar el costo del servicio?, además, ¿cómo saben quién consume más que otros?”, complementó el representante de la comunidad de Las Rocas del Valle.

Citar uno a uno los casos sería tedioso y por demás incalculable, si se tiene en cuenta la alta densidad de pobladores de la zona que se sienten presa de un atropello; por ejemplo, a Edwin Gómez, su recibo le llegaba por 16 mil pesos, ahora debe pagar 32 mil; Adela Ortega pasó de pagar 20 mil a 28 mil, y Esther Díaz, que pagaba 18 mil pesos de luz en el mes anterior, ahora debe cancelar la suma de 29 mil pesos.

Esa es la problemática principal de Las Rocas, a lo se suman las quejas por el recaudo, que en este caso lo viene haciendo Energía Social. “Pensamos que ahí hay algún tipo de chanchullo, porque nos aparecen deudas, otros cargos y ahora las facturas casi duplicadas; sin embargo, también tenemos que reconocer que hay gente que sí debe”, insistían miembros de la comunidad.
Los habitantes del sector sentenciaron que no pagarán los recibos hasta tanto no pongan contadores individuales y se normalice el servicio.

Luz ‘semafórica’

Llegando el equipo periodístico de EL PILÓN a Las Rocas del Valle, lo primero que se encontró fue una cuadrilla de Electricaribe corrigiendo el tendido de un cableado que se había reventado la noche anterior; “ese es uno de los problemas grandes, aquí hay que preguntar mejor cuando es que hay luz, porque a cada momento se va”, dijo Carlos Andrés Díaz Beleño, comerciante.

Carlos Andrés tenía toda la razón; un gran sector de la zona durmió con calor la noche del lunes, después que las brisas generaran fricción entre los tendidos eléctricos y ramas de árboles de mangos y almendros que hicieron que los cables metálicos cedieran y reventaran ante la presión. El daño dejó al sector sin luz hasta pasadas las 10 de la mañana del día de ayer.

“Ocurre que hay que podar esos árboles. Si usted observa, esa rama de mango tiene varios gajos de fruto que son los que se mueven al vaivén del viento y terminan ejerciendo una presión sobre los cables que se rompen al no aguantar el peso y sacan al sector del sistema al disparar las palancas del transformador”, aseguró uno de los técnicos de Electricaribe que trataban de restablecer el servicio.

Sin embargo, el daño fue fortuito y verificó lo dicho por los habitantes que se quejan por la mala prestación y poca permanencia del servicio eléctrico, pero al decir de los moradores, en cualquier momento pueden quedar sin luz: “uno de los que más pierde soy yo; yo soy vendedor de carnes y otros elementos que necesitan refrigeración constante y por eso tengo pérdidas cuantiosas”, indicó Joel Castro, comerciante del sector.

Ese problema que padece el sector de Las Rocas, se repite a lo largo y ancho de la ciudad de Valledupar, incluidos los 25 corregimientos que están integrados a la capital del Cesar.

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