No le fue nada fácil a Álvaro López ganar la cuarta corona rey de reyes del Festival Vallenato. El 27 de abril inició su participación en la categoría Profesional, que en esta edición reunió a 21 reyes.
En su primera actuación, López subió a la tarima Francisco el Hombre a las 11:57 de la mañana, y escogió el merengue ‘El compadre Tomás’ y el paseo ‘Consuelo’, ante un bullicio del público que aplaudió uno a uno los arreglos del hijo del quinto rey vallenato, Miguel López. En dicha jornada simplemente tocó dos aires.
El viernes 28 de abril, al fondo de la tarima ubicada en la plaza Alfonso López apareció el cantante Jorge Oñate y su presencia vaticinó la entrada de Álvaro López, a quien se le vio sereno y sin mucho esfuerzo ejecutó la puya ‘Déjala venir’ y el son ‘El cigarrón negro’. Ese día se cerró el telón de la primera ronda y Álvaro López pasó con puntaje perfecto a la segunda instancia.
Para la segunda ronda, Álvaro salió a enfrentar su actuación de una manera alegre. Desde el primer instante su guacharaquero y cantante, Ricardo Vega, le imprimió el toque de picardía al ritmo de merengue con la canción ‘Alcirita’, aunque fue el mismo rey vallenato 1992 el encargado de cantarla. Después interpretó el paseo ‘El desesperado’, la puya ‘El combate’ y finalizó con el son ‘Dedicada y sencilla’.
La ronda semifinal se vivió en la feria ganadera Pedro Castro Monsalvo. La mañana del domingo 30 de abril, a partir de las 11:42 de la mañana, Álvaro subió a la tarima y a pesar de que el público aplaudió su trabajo, el jurado no lo vio así. Noé Martínez, Leoncio Peralta, Rafael Mindiola, Alfonso Pérez Parodi y Calixto Mindiola, quienes calificaron, objetaron algo en la digitación del rey vallenato 1992 y le bajaron tres puntos.
Álvaro ocupó el quinto lugar y según explicó la Fundación del Festival, hubo un empate técnico entre él y Fernando Rangel, que pasó como un sexto finalista.
Ese día cantó y tocó el merengue ‘Alcirita’, luego interpretó el paseo ‘Consuelo’, la puya ‘Déjala venir’ y el son ‘Dedicada y sencilla’.
Para la final y en la que finalmente derrotó a Christian Camilo Peña, Fernando Rangel, Wilber Mendoza Zuleta, Almes Granados y Navín López. El compañero de Jorge Oñate cantó inicialmente el merengue ‘Alcirita’, después tocó el paseo ‘Consuelo’, la puya ‘Déjala venir’ y el son ‘Delicado y sencillito’; el mismo repertorio que utilizó en la ronda semifinal.
Historia de la dinastía
La familia o dinastía López como la denominan en la región, es una o quizá la más completa de la música, derivada de reconocidas familias como: López, Gutiérrez, Zequeira y Molina, pero que fue liderada por Juan Bautista ‘Juancito’ López Molina, quien después le enseñó a sus hijos Pablo Rafael y Juan López Gutiérrez. Así mismo aprendió Dagoberto López, compositor y cantante conocido como ‘El Clarín de La Paz’.
El bisabuelo era músico y Juan Bautista fue considerado el mejor de la región en la misma línea. Pablo Rafael es padre de 11 hijos, entre ellos cinco músicos; Pablo, Miguel, Juan Alfonso, Elberto (‘El Debe’) y Rodrigo, y era el artífice de parrandas inmortalizadas en la pluma de Gabriel García Márquez en una crónica escrita en 1950, cuando todavía se respiraba humo en el municipio de La Paz tras un incendio que por poco consume el pueblo.
La estirpe musical de los López se traduce en la magistral forma de interpretar el acordeón. Ocho reinados vallenatos son la bandera que los identifica en el folclor; Miguel (1972), Elberto (1980), Álvaro (1992 – 2017), Navín (2002) y tres coronas de Alfredo Gutiérrez (1974, 1978, 1986), que es primo hermano.
La dinastía López es amplia, comenzando por el viejo Pablo López Gutiérrez, Francisco Antonio López, en la segunda generación aparecen Pablo Agustín, Miguel Antonio, ‘El Debe’ y Dagoberto; ya la tercera es con los hijos de ellos, Álvaro, Juan Francisco, Román, Pablito, Elberto y Elkin.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co