Hace pocos días, en este mismo espacio editorial hicimos la pregunta: ¿Estamos preparados para enfrentar a La Niña?
Valledupar con un solo aguacero torrencial entró en caos. La movilidad como generalmente ocurre colapsó, el servicio de transporte público se paralizó, el sistema de alcantarillado pluvial no dio abasto, las acequias se desbordaron, las calles se convirtieron en ríos de escombros, los árboles y casas débiles se cayeron y algunas residencias se inundaron.
No se salvó ningún barrio. En toda la ciudad hubo emergencias y el Cuerpo de Bomberos fue solicitado por numerosos ciudadanos que resultaron afectados por la fuerte y duradera lluvia.
Volvemos a preguntar: ¿Estamos preparados para enfrentar a La Niña? Este fenómeno climático apenas comienza y según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, se fortalecerá en el segundo semestre del año, lo que quiere decir que vendrán lluvias más fuertes, con fuertes brisas, y quizás (ojalá que no) con mayores estragos.
¿Qué se debe hacer? Es urgente que Emdupar se ocupe de la limpieza de las rejillas del alcantarillado pluvial, no se justifica que estas permanezcan taponadas de basura; que hagan además una masiva campaña para que la ciudadanía no arroje basuras durante la lluvia, si lo que viene son precipitaciones entonces hay que hablar de los riesgos y los retos que enfrentará la ciudad. La Administración Municipal debe asumir la poda de los árboles frondosos que se convierten en un riesgo para la comunidad y lo mismo Electricaribe con sus conexiones débiles y postes en mal estado. La prevención es la que debe primar en los próximos días y meses.
Si es tan intensa como dicen las autoridades ambientales, así también debe ser la prevención para que los efectos de los torrenciales aguaceros no sean tan desastrosos. El Plan B para enfrentar emergencias como la ocurrida el jueves en la noche debe estar siempre listo. Interaseo debe estar presto a limpiar la ciudad después de un día de lluvia y no dejar que pasen semanas y los residuos de tierra, escombros, basuras y demás desechos que arrastra la corriente, sigan en las calles.
Finalmente existe un Comité de Gestión de Riesgo Municipal que debe dar la cara a esta situación, el cual lo integran el alcalde o su delegado, quien lo preside y lo convoca; los secretarios de Gobierno, Salud, Planeación Municipal, el Coordinador de Gestión del Riesgo del Municipio, el gerente de la empresa de servicios públicos, la Corporación Autónoma Regional del Cesar, gerentes de hospitales, el Ejército, Defensa Civil, Cruz Roja Municipal, Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional, líderes comunales, concejales, entre otros.