Su imagen era tan fresca que difícilmente podría confundirse con otro artista, era único, como las melodías de sus canciones, eso lo llevó a ser símbolo de la música vallenata en un tiempo efímero.
Con una llamada Kaleth Morales pudo enamorar a más de una mujer, cantar sus canciones y hasta prometer una visita, pero una de esas conversaciones de escasos 40 segundos indicó el desenlace trágico de su carrera.
El 23 de agosto de 2005 es uno de los días más recordados en la radio vallenata, especialmente en la emisora Olímpica Stereo. La tarde que parecía sofocante terminó fría, con algunas nubes que descargaron el ‘llanto’ de muchos oyentes que insistentemente llamaban a preguntar por el intérprete y compositor más pegado de la época.
A las 3:15 de la tarde, luego del inicio del programa ‘Juega Javier’, una llamada rutinaria como las que un control de sonido o locutor podría esperar ingresó, el teléfono repicó y al decir “Olímpica Stereo buenas tardes” al otro lado de la línea se escuchó un hombre agitado, con voz de tragedia que pedía insistentemente hablar con Javier Fernández Maestre, director de la estación radial.
“Está ocupado amigo, en qué le puedo servir”, dije al notar la constante solicitud, el emisor en ráfaga me respondió “dígale que se acaba de accidentar el hijo de Miguel Morales, acabo de verlo y está muy mal; dígale, dígale para que avisen en la radio por favor”. En ese momento pensé era una de esas llamadas con las que accidentaron y hasta habrían asesinaron a Diomedes Díaz, Silvio Brito, ‘Poncho’ Zuleta o Jorge Oñate. Sin embargo, el mensaje se transmitió, “FM (como cariñosamente lo trato) acaba de llamar un señor y dijo que Kaleth se había accidentando”, Fernández Maestre al igual pensó en una alerta anónima sin fundamentos, pero decidió llamar a Alexander ‘Kiri’ Quiñónez, manáger de Kaleth, quien en primer lugar desmintió el tema.
Minutos después ‘Kiri’ Quiñónez devolvió la llamada y anunció lo inesperado. Confirmó a través de Miguel Morales el trágico suceso ocurrido a las 2:45 de la tarde, cuando Kaleth junto a su hermano iban por el kilómetros 43 de la carretera entre Plato (Magdalena) y Bosconia (Cesar).
No pasaron 30 segundos para que Fernández pidiera la promoción de “flash, flash, esta es una noticia de última hora en Olímpica Stereo”… “mucha atención que el cantante Kaleth Morales acaba de sufrir un accidente cuando se dirigía de Cartagena hacia Valledupar, repetimos, Kaleth Morales sufrió un accidente, en minutos entregaremos más información del hecho”, dijo el locutor y de inmediato sonó la canción ‘La hora de la verdad’, incluida en el único compacto discográfico grabado por el cantautor en este género.
Desde ese anuncio el teléfono no paró de sonar (para esa fecha solamente existía Facebook como red social).
En minutos el hecho arropó los medios de comunicación del país y la noticia corrió como el éxito ‘Vivo en el limbo’.
Periódicamente Olímpica Stereo emitía informes con el reporte que entregaba Miguel Morales gracias a su hijo Kanner que se encontraba en Cartagena, ciudad a la que fue llevado Kaleth después de las 6:00 de la tarde junto a su otro hermano Keyner quien era el acompañante a bordo de la camioneta gris Toyota Land Cruiser, de placas BXE-447 accidentada.
Unas 15 horas después, Javier Fernández regresó a las instalaciones para dar inicio al magazín ‘Temprano es más bacano’ con la incógnita de sí entregaría un parte de tranquilidad para sus oyentes, sin embargo, el padre de Kaleth no lo dio… “Javie mi hijo está mal, llegó muy mal al hospital y ahora se encuentra en cuidados intensivos”, Fernández al aire pedía una cadena de oración para quien se convertía en el nuevo ídolo del vallenato, mientras él hincado de rodillas se refugiaba en Dios y lloraba en su oficina.
A las 8:15 de la mañana del 24 de agosto de 2005 en el Hospital Bocagrande, de Cartagena, debido a un trauma cráneo encefálico severo se fue el hijo, padre y amigo. Miguel Morales llamó a Fernández y confirmó la noticia, Kaleth estaba muerto.
Al aire se escuchó más una sirena fúnebre que al locutor, que con voz entrecortada y lágrimas que corrían por sus mejillas salió a informar… “señoras y señores ha muerto Kaleth Mora…”, no pudo decir más nada y fue el adiós para Kaleth, un joven lleno de talento y carisma.
“Señoras y señores ha muerto Kaleth Mora…”, ahí Javier Fernández no pudo pronunciar más nada y fue el adiós para Kaleth, un joven lleno de talento y carisma.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co