Hace unos días el ilustre columnista Don José Aponte Martínez, el esposo de Mercy, me lanzó a mí y a los vecinos del barrio Novalito y tal vez más allá, una pelota y yo que como mal “cátcher” que fui, en ese momento dejé pasar, pero mirando bien esa propuesta hay que concretarla por lo necesaria que está resultando la asociación de los vecinos del barrio Novalito, porque se implantó el desorden, la inseguridad y el irrespeto a las más sencillas normas de convivencia lo que viene afectando a sus habitantes.
La inseguridad está provocando paranoia, hay miedo para transitar sus calles y la sana costumbre de “fresquear” en el frente de la residencia hace años se acabó debido al ataque inclemente de unos delincuentes que sin Dios ni ley hacen de las suyas y eso hay que pararlo.
Las casas abandonadas con perjuicio de los vecinos pululan, ratas y toda clase de alimañas son sus habitantes, sus antejardines hacen temer la presencia de fieras, son una selva que además afea y desvaloriza la zona.
Otro problema son los perros sin mucho o deficiente control que ladran día y noche y todos sabemos que produce eso y la recolección de los desechos de estos animales ya va siendo o es problema de salud pública.
Se irrespeta el uso del suelo en forma evidente, hasta talleres de mecánica automotriz se han instalado. Han llegado hasta ocupar andenes y calles lo que nos hace recordar al conocido sector de El Boliche.
En fin, el inventario de calamidades es amplio y amerita que las enfrentemos. Pero también es mucho lo que se puede hacer por el embellecimiento y ornato del barrio.
Aquí volvemos al principio, es decir a la creación de una junta o comité que se apersone de estos asuntos y lidere las respectivas soluciones pues de lo contrario se va a terminar de perder un hermoso sector de la ciudad y esto puede terminar en lo que en otros lados ya ha sucedido por lo que se me viene a la mente barrios como el Santa Fe en Bogotá.
Esta junta debe estar constituida por personas de esas que se denominan respetables, sin mayor connotación política y dispuestas a cumplir con lo que se les encarga.
Por supuesto que se deberá tramitar y poseer la personería jurídica e inscribirse ante las autoridades competentes con las cuales tiene establecerse una comunicación fluida y efectiva.
Estamos a tiempo de evitar que nos saquen a empujones de lo que nos pertenece y además se crea la oportunidad para embellecer y ordenar el barrio.
Invito a que comencemos a organizarnos, para lo cual tenemos que crear los mecanismos que para estar a tono con los tiempos será un grupo de “chat” . Próximamente estaremos anunciando el nombre respectivo.
Bueno Jose, recogí tu guante. Saludos a Mercy.
Jaime García Chadid