El Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, es el principal centro de atención de la red pública de salud del Cesar. Como tal, también es el reflejo de la crisis financiera y de atención que atraviesa este sector en el departamento.
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Es costumbre reportar cada mes marchas de profesionales del Hospital exigiendo el pago de sus salarios, entre esos, casos de profesionales que no reciben salario por su trabajo desde hace 11 meses.
En ese sentido, el representante a la Cámara por el Cesar, Cristian José Moreno, realizó este jueves una audiencia pública para dar a conocer la situación de la red pública hospitalaria del departamento.
De norte a sur, uno de los casos más preocupantes es el Hospital Rosario Pumarejo de López, al punto que el representante consideró que intervenirlo es el camino para sacar a la ESE de la crisis. “Creo que es necesario tomar medidas especiales, ojalá llegar hasta una intervención, pero de no ser así, por lo menos tomar el control de la gestión financiera porque no se nota una recuperación”, aseveró el representante durante su intervención.
SITUACIÓN FINANCIERA
¿Es tan crítica la situación del hospital para considerar la intervención por parte de la Superintendencia de Salud como la solución? El Rosario Pumarejo de López es el hospital con los mayores pasivos del departamento. Cifra que va en aumento, porque mientras para diciembre de 2019 significaban $69.610 millones, a corte de marzo los pasivos ascendieron hasta $75.976 millones.
Dichos pasivos, sumado a la falta de pago del servicio por parte de diferentes entidades, impiden que la principal ESE de Valledupar sea autosostenible.
A corte del mes de marzo, la deuda de las EPS con las ESE de segundo nivel del departamento ascendía a los $177.000 millones, mientras que la deuda de las EPS con la red pública hospitalaria del Cesar era de $236.000 millones. Según reportes, casi $116.000 millones de esa deuda serían con el Hospital Rosario Pumarejo de López. La gerente Jackeline Henríquez Hernández señaló que se está trabajando en la depuración de esa cifra para conocer el valor real de la deuda.
Pero, sin duda, dicho déficit representa el mayor desbalance financiero para el Rosario Pumarejo. Sin embargo, no es el único servicio por el que no ha recibido pago la ESE. Por concepto de atención a la Población Pobre no Asegurada, PPNA, la Gobernación del Cesar adeuda al Hospital alrededor de $43.000 millones, según la cuenta de cobro de la ESE. Otro desbalance financiero.
“La Secretaría de Salud departamental es el principal deudor que tiene el Rosario Pumarejo de López. Exigimos la diligencia de la Secretaría para que esas cuentas se concilien, reconozcan y se empiecen a direccionar los recursos para que el hospital cancele la deuda que tiene con sus trabajadores”, señaló Julio Julio Peralta, profesional del HRPL.
Al respecto, la gerente del Rosario Pumarejo de López explicó que hay un recurso gestionado el cual no ha sido transferido al hospital porque esa cuenta está embargada, y hasta no llegar a un acuerdo con la otra parte, ese recurso permanecerá embargado.
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Allí otro peso que impide que el barco salga a flote: la mayoría de las cuentas del Hospital están embargadas por lo que es imposible maniobrar con esos recursos. La única cuenta que no está embargada es la cuenta maestra, según detalló la gerente.
Como pasó con el Hospital San Andrés de Chiriguaná, de ser intervenido por la Superintendencia de Salud, todos los procesos judiciales en contra del HRPL serían suspendidos y se renegociarían algunas deudas.
“Cuando se llega al Hospital San Andrés de Chiriguaná el 80 % de las cuentas estaban embargadas. La medida de intervención protege a la entidad como tal. Hasta tanto la medida no se levante y como el objetivo es el saneamiento, no procederá ninguna medida legal de embargo”, explicó el gerente interventor del Hospital San Andrés de Chiriguaná, German Gallo.
A los anteriores desbalances hay que agregarle el desafío que representa atender a la población venezolana. Según la gerencia, hay un sin número de pacientes atendidos y hospitalizados que no han sido reconocidos al Hospital por parte de las entidades, por eso, se habla de casi $27.000 millones en servicios prestados a los migrantes que no han sido ni reconocidos ni cancelados a la ESE. “Es un tema complejo. Allí está uno de nuestros deterioros”, agregó Jackeline Henríquez.
Y para cerrar se suma la liquidación de las EPS. Al parecer, con la liquidación de varias EPS y el traspaso de los usuarios a otras entidades prestadoras del régimen contributivo, dichos usuarios no han retornado al Rosario Pumarejo, incumpliendo, según la gerencia, el porcentaje de contratación que exige la ley para la red pública.
POLÉMICA LABORAL
Sin duda, una de las causas de la crisis del Hospital Rosario Pumarejo fue su instrumentalización como caja de pagar favores políticos, lo que desencadenó una alta burocracia e insostenibles costos de manejo.
El caso es que con el cambio de gerencia empezaron los despidos en la ESE, muchos de ellos de personas que llevaban más de 10 años trabajando e incluso algunos cerca de pensionarse.
En ese punto, durante la audiencia, el representante Cristian Moreno cuestionó que aunque dichos despidos se justificaron como un reajuste, luego se contrató una cantidad de personal casi similar.
“En el Hospital Rosario se le debe entre 8 meses y más de un año de salario al personal médico y asistencial y se ha dado una reducción de personal en medio de la pandemia, incluso contra reglamentos del Ministerio de Trabajo y el Gobierno nacional. Se redujo personal y al mismo tiempo se incluyó esa misma cantidad de personal. No nos parece adecuado. Han retirado personas ad portas de llegar a la pensión”, sostuvo el congresista.
No obstante, según la gerente, “los cambios hicieron parte del reajuste programado”. “Lo que se dice en la calle que en el Hospital se sacó un personal y se metió el mismo, puedo dar garantía como gerente que eso no es así. Existía un contrato en la parte administrativa y de facturación de casi $290 millones y contraté ese mismo proceso, con menos personas, y funcionando como se quiere, por $172 millones de pesos. De esa manera puedo ir creando una austeridad en el gasto para sacar la situación financiera adelante. Hicimos una pequeña evaluación y descubrimos que teníamos muchas personas que no necesitábamos”, señaló la gerente.
El caso es que desde la Dirección Territorial del Ministerio de Trabajo anunciaron un seguimiento a todo el proceso de contratación laboral del HRPL. “Hay un problema con una modalidad que se llama Contrato Sindical, que lo creó el Congreso de la República, pero se han creado algunos problemas. Desde la Dirección Territorial están mirando cuál es la organización sindical que tiene los contratos en el Rosario Pumarejo. La ESE debe mes de junio al personal directo y hay muchas inquietudes. Tenemos el inconveniente con el Hospital porque se le requirió que aportaran los nombres de las organizaciones con los cuales tienen los contratos, pero no se ha tramitado toda la información”, sostuvo el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera.
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EXCLUIDO
En mayo de este año, a través de la Resolución 753 de 2020, el Ministerio de Salud determinó la transferencia de recursos para el pago de deudas laborales acumuladas para los trabajadores de la salud.
Sin embargo, al parecer por la suma de la deuda, el Rosario Pumarejo de López fue excluido de dicho beneficio que destinó $213 mil millones para sanear deudas de hospitales públicos del país. Por eso, la solicitud de la gerente fue que se incluyera al Hospital en el segundo giro a la red.
ALTERACIÓN
Si se analizan con mayor detalle los números, la situación podría ser peor. Y es que el representante Moreno criticó la forma cómo se tramita la información de los activos porque se distorsiona la realidad financiera de las ESE.
Según el representante, que los hospitales presenten como activos las cuentas por cobrar sin estas haber sido canceladas distorsiona los activos porque las EPS casi nunca pagan el valor total de la cuenta de cobro que presentan las ESE.
“Esto genera una distorsión en el análisis de riesgo porque se inflan los activos y en su cruce frente a pasivos les da una condición financiera y una calificación de riesgo que no es ajustada a la realidad. Es perverso ese cruce financiero”, agregó.
Por dar un ejemplo, el Hospital Rosario Pumarejo de López reportó activos por $219.300 millones, de los cuales $134.000 millones de pesos son cuentas por cobrar. “Es un valor que en mi opinión difícilmente la ESE podrá cobrar y convertir en activos reales. Así ocurre con otros entes”, cerró.
POR DEIVIS CARO DAZA
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