La intensificación de los controles policiales comenzaron hace una semana en el populoso sector de El Boliche, la zona de tolerancia de la ciudad donde la costumbre se hizo ley, y hoy siguen conviviendo en un mismo entorno, trabajadoras sexuales, comerciantes de licor y micro tráfico de drogas.
De esta manera ha iniciado lo que para muchos, incluidas las prostitutas, se ha considerado el fin del El Boliche, puesto que los planes de la administración municipal están encaminados a reubicar el sector lo que significa que este gremio de mujeres, que se moviliza constantemente, tendrá que hacerlo definitivamente.
Los controles al tránsito vehicular y peatonal se han sentido porque El Boliche ya no es el mismo desde que empezaron las labores de las autoridades con un CAI móvil y el grupo de agentes que hacen presencia más de 12 horas al día.
El objetivo de estas acciones policiales es acabar con los focos de delincuencia e ilegalidad, e iniciar la reforma del sector mediante labores de limpieza y pintura de las fachadas. La Secretaría de Salud por su parte inspeccionará aspectos de su competencia, para identificar qué lugares deben ser clausurados para proceder al cierre. Los trabajos ya empezaron.
Contra el micro tráfico y la delincuencia
El Comandante del Primer Distrito de Policía Valledupar, Mayor Jhony Padilla, aseguró que, “este es uno de los puntos identificados como de mayor proliferación de consumidores y expendedores de droga. Se hizo inicialmente una intervención a nivel judicial, unos allanamientos que dieron capturas e incautaciones de droga en establecimientos”.
Viene el reordenamiento
El alcalde Fredys Socarrás Reales afirmó que la intervención a El Boliche es definitiva y que lo que se busca es madrugarle a la reorganización urbana de la ciudad, que traerá la implementación de Plan de Ordenamiento Territorial, POT.
“La Secretaría de Salud debe ejercer unos controles que generen unas acciones contundentes frente a la legalidad de algunos establecimientos en cuanto a las normas sanitarias de algunas casas de prostitución. Hay que establecer un acercamiento con todas las trabajadoras sexuales para que puedan tener el acompañamiento, para prevenir las enfermedades de transmisión sexual”, dijo el Alcalde.
El mandatario de los vallenatos agregó que, “siempre que los establecimientos cumplan las normas mínimas, las trabajadoras sexuales podrán seguir trabajando, sino, la Secretaría de Salud estará desplegando cierres definitivos”.
Zona de Tolerancia, intolerable
Las trabajadoras sexuales del sector de El Boliche, divididas en menos de cinco establecimientos, aseguran que han disminuido en número desde que los trabajos de las autoridades empezaron. Manifiestan que una zona como en la que ellas trabajan, no es necesariamente un sector de delincuencia que debe ser temido.
Así lo manifestó “Erika”, trabajadora sexual que aseguró que no están de acuerdo con la delincuencia, puesto que ese factor “espanta” a los clientes, pero por otra parte, la presencia policial les ahuyenta a todos, independientemente de sus actividades legales o ilegales.
“Aquí la gente viene huyéndole a la mujer, y si aquí hay policía, y cámaras, los clientes no vienen”, concluyó.
“Liliana”, aseguró que, “El Boliche no se acaba aunque lo pinten, porque aquí ya han arreglado esto y feo o arreglado nosotras trabajamos aquí o donde se pueda. Hay clientes que nos buscan en otras partes, incluidos los delincuentes que también se acuestan…”
La presencia policial en El Boliche ha sido constante durante los últimos días y esto es debido a los controles que pretenden erradicar el micro tráfico. Labores que ya empezaron con el cierre de establecimientos, capturas de expendedores de drogas e incautación de sustancias alucinógenas.
Por Andrés Llamas Nova
andres.llamas@elpilon.com.co