Los colombianos nos hemos acostumbrados a que los mandatarios gobiernan por titulares y anuncios, más que por normas y actos concretos de la administración pública. Ante cada problema, desde el Presidente de la República para abajo, hacen un anuncio, los periodistas hacemos el titular y la noticia, y asunto arreglado…
Los periodistas y los medios de comunicación no podemos desconocer nuestra alta responsabilidad en el particular estilo. Pero los problemas siguen, y muchas veces en lugar de reducirse es acrecientan, se generalizan y se agravan, hasta que explotan…
Claro que la comunicación es importante, y así lo han comprendido nuestros políticos y gobernantes, que han contratado a veteranos y hábiles comunicadores para apoyar este aspecto de la administración pública. No obstante, el problema de fondo no es ese, el de la comunicación institucional cada vez más necesaria y reconocida; el verdadero problema es que todos, gobernantes y gobernados, lleguemos a creer que con la sola comunicación los problemas se resuelvan.
Así ha sucedido con muchos temas, pero hoy debemos referirnos, nuevamente, al problema de la inseguridad creciente en las distintas ciudades del país, incluyendo a Valledupar.
Desde hace varios meses, quizás años, se viene hablando de las famosas bandas criminales, resultado de una mezcla diabólica entre ex paras, narcotraficantes y veteranos delincuentes, incluyendo muchos sicarios, a la manera de las escuelas de Medellín, hoy extendidas a varias ciudades del país.
Ahora, a estos actores, las famosas “bandas” se les endilga buena parte de la inseguridad en las ciudades, quizás su mayor responsabilidad esté en el tema de la distribución de alucinógenos al detal, el llamado microtráfico en la jerga de la Policía y la redacción judicial, como también en fenómenos de extorsión. Pero, no se necesita ser experto en seguridad para advertir que el raponazo, el atraco callejero y el hurto a residencia, los delitos que más le duelen a la comunidad, son cometidos por delincuentes de menor nivel, ante la falta de empleo y oportunidades, sin que esta hipótesis, implique su justificación.
Ante el problema de la inseguridad, seis meses después de estar en el poder el Presidente Juan Manuel Santos, hace otro consejo de seguridad más, anuncia que, ahora sí, se va a combatir a las bandas criminales. Nos preguntamos, ¿y durante todo ese período en que andaban los organismos de seguridad?, o es que las bandas y los otros actores generadores de inseguridad aparecieron hace días o unas semanas.
Con todo el respeto que le profesamos al señor Presidente de la República, tanto institucional como personal, debemos manifestar que frente a este problema le ha faltado decisión política para afrontar, en la actual coyuntura, el delicado y complejo problema de la inseguridad. Tema que manejó bien como Ministro, paradójicamente…
El problema no es sólo del gobierno, es de varias instituciones que deben trabajar de manera coordinada; compete a la Policía Nacional, al Congreso de la República y a la Rama Judicial. No es posible que un delincuente sea capturado, hasta en flagrancia, cometiendo un atraco y un raponazo, y a las pocas horas esté en las calles; y reincida y vuelva y pase lo mismo, y así sucesivamente…
La comunidad está cansada de esta situación y pide, y con toda razón, una acción conjunta contra todas las formas de delincuencia que tienen en jaque a muchos sectores de nuestras principales ciudades. Ya basta de Consejos de Seguridad, anuncios y titulares, se requiere una política eficiente y coordinada para combatir a toda la delincuencia, en todas sus formas y no sólo a las bandas.
En este tema, en particular, es posible que le haya faltado claridad, eficiencia y diligencia al actual Ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera Salazar; pero la solución va más allá de las personas: el país ha aumentado los recursos financieros para el sector de seguridad, ha habido aumentos en el pie de fuerza, en equipos, etc, y la culebra sigue ahí, vivita y coleando.
Nos preguntamos ¿el tema es de más recursos?, ¿o de inteligencia, voluntad y valentía para acorralar a los delincuentes?, incluyendo una mayor colaboración de la ciudadanía que mucha veces no denuncia por la falta de confianza de las autoridades. En este tema de la inseguridad, reiteramos, basta ya de anuncios y titulares, lo que la ciudadanía urge y espera son resultados concretos y contundentes.