Por Freddy Oñate Acevedo
La economía informal en Valledupar crece notablemente durante los días de celebración del Festival Vallenato. Por esta razón, la Alcaldía abrió una convocatoria para quienes deseaban hacer parte de un programa de organización de vendedores ambulantes, en el que se inscribieron 200 personas para el comercio de artesanías, sombreros, ropa, bebidas y comidas.
De esta manera, de las 200 personas que se inscribieron en la Secretaría de Gobierno, fueron escogidas por parte de la Administración Municipal y se les hizo una sensibilización en la que les señalaron los compromisos que debían tener con la municipalidad cómo mantener el orden público, respetar el espacio que se les brindaba y pagar un impuesto a la Secretaría de Hacienda.
Según el Censo Industrial y Comercial de Empresarios del 2012, realizado por la Cámara de Comercio de la ciudad, hay 3.165 trabajadores informales, que ven en la celebración más grande de Valledupar, una manera de sustento productivo.
La Secretaria de Gobierno de Valledupar, Paola Fragozo, aseguró que “los vendedores escogidos son primordialmente gente vallenata, mujeres cabeza de hogar, mujeres con varios hijos y grupo de personas con discapacidades, para la venta de artesanías”.
Pero no solamente personas natas de la capital cesarense aprovechan la festividad para obtener un beneficio económico. Hinaldo Pico, quien viene de Tuchín, Córdoba, ve en el Festival una oportunidad para tener ingresos. “Llevo 10 años viniendo a vender sobreros a Valledupar durante el Festival, siempre alcanza uno a tener buenas ganancias de las ventas; pero el día que más se vende es el último día de certamen”, aseguró.
Agregó que con él vienen 30 artesanos de Córdoba a comercializar sus productos.
Del mismo modo, Yostin Yordanes, un joven barranquillero que llegó a la ciudad cargando 1.500 sombreros, para venderlos en la ciudad durante el Festival, afirmó que el producto más comercializado es el sombrero vueltiao, que se puede conseguir desde 15 mil hasta 40 mil pesos.
Por otra parte, están las ferias artesanales (localizadas, en las afueras del Seguro Social, y al frente de la institución educativa INSTPECAM), que requieren un plan de contingencia para poder adaptarse como establecimientos comerciales. Sin embargo, solo la ubicada al frente del colegio cuenta con los requisitos necesarios para entrar en funcionamientos, pues la que está al frente de la glorieta de María Mulata, solicitó una reconsideración a la negativa en cuanto a uso del suelo y está pendiente de que la Oficina de Planeación notifique a la Secretaría de Gobierno ya que, por ser un terreno privado, la administración no puede intervenir en ese predio hasta tener permiso del dueño.
Así, la Secretaría de Gobierno invita a quienes quieren comercializar en las calles de Valledupar, a pagar sus impuestos, a mantener el orden público y a no establecerse en lugares prohibidos, para que no tengan inconvenientes con las autoridades y no les sea decomisada la mercancía.
La organización
En relación con lo anterior, es necesario dar a conocer la manera en que se ha decidido organizar a los distintos grupos en que se ha divido el comercio para este festival. Los vendedores de bebidas estarán en la Plaza Alfonso López y la Plaza del barrio Primero de Mayo, los artesanos podrán ofrecer sus productos en el Parque de Las Madres y los vendedores de sombreros se asentarán en el parque El Viajero.