Los datos de las encuestas electorales hechas por firmas autorizadas, en el Cesar, promedian resultados que hay que atender por los partidos políticos con urgencia, porque se trata de un paso muy importante en una investigación cuantitativa.
Los resultados también sirven para que los candidatos que van adelante y los que van atrás ajusten, refuercen o revisen sus campañas.
Hay que recordar que Colombia es un país presidencialista, con un Estado unitario que tiene separación de poderes (CP 1991).
Las instituciones podrán hacer mediciones electorales por firmas autorizadas, como está ocurriendo. Los últimos guarismos del Centro Nacional de Consultoría, contratada por Radio Guatapurí, revela datos arrolladores para la campaña a gobernación de Elvia Milena San Juan 43% y muy paupérrimos para el resto de candidatos: Claudia 23%, Katia 6%, Alexandra y Kaleb 4%. Lo mismo ocurre a la alcaldía de Valledupar en donde Ernesto Orozco con el 42% arrasa con todos.
A 26 días de las elecciones el tiempo ya es desventaja para quienes van detrás, a pesar que en política las opiniones pueden cambiar de la noche a la mañana.
Lo que hace falta es creatividad de los candidatos, porque los partidos políticos parecieran estar ajenos a ese comportamiento electoral.
En Colombia, los partidos políticos funcionan como tales, es decir, como confrontación y construcción del ideario político, solo en época pre electoral.
Además, en Colombia se ha ido perdiendo la confianza y el respeto por los partidos políticos. El ciudadano de la calle ya no se atreve a decir que es partidario de tal o cual corriente política, porque cualquiera sea la que mencione, lo más probable es que reciba comentarios burlescos, orientados a hacerlo aparecer como un subdesarrollado mental. Pero, no es culpa de la ciudadanía, simplemente, los partidos han acumulado tal cantidad de errores, de falacias, de ridículo en su accionar, que los ciudadanos tienen de dónde elegir para ridiculizar a cualquiera de los partidos, sin importar la convencional retórica de la “derecha” y de la “izquierda”.
Podríamos decir que los partidos políticos, en Colombia, han perdido su norte. Han delimitado su campo de alcance a la capacidad de análisis y discernimiento de sus líderes.
Los partidos políticos de la actualidad están en deuda con el país, son muchos los errores cometidos y muchas las muestras de incapacidad que han demostrado. Y lo peor es que no es del caso atribuir culpas a uno u otro partido, porque todos están cortados con la misma tijera y sus directivos piensan igual, aunque en distintas direcciones.
Por el desorden entre los partidos políticos la gente ya no sabe si la candidata Elvia Milena es fruto de un combinado de partidos o del Clan Monsalvo Gnecco; tampoco se tiene claridad si Claudia Margarita hace parte del Centro Democrático o practica el conservatismo de su papá ‘Poncho’. ¿Qué partido en concreto representa Katia y quiénes apoyan a Alexandra?.
Por esa vía está Ernesto Orozco que parece del equipo Azul o Cristian que casi no encuentra a qué partido pertenecer ni Camilo sabe lo mismo. Liberales apoyan conservadores, verdes apoyan a Cambio Radical. En fin, un cóctel peligroso para la democracia.
De otro lado, el censo electoral del Cesar es de 898.864 personas, 451.996 son mujeres y 446.868 son hombres y la abstención electoral es superior al 34%, según la Registraduría Nacional.
Los candidatos deberían convencer a los abstencionistas que voten. Ahí podría estar la suerte de algunos de los candidatos, que promueva la estimulación para que voten. Es tarea de los partidos políticos y de los políticos reducir a su mínima expresión la abstención electoral. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta.