Según las estadísticas que se conocen, un total de 24.789 jóvenes estudian con créditos del Icetex en el departamento del Cesar, quienes acuden a esta entidad para financiar el valor de la matrícula del programa de educación superior que adelantan en distintas instituciones, bien sea en la región, en cualquier otra parte del país o en el exterior.
Pero resulta que estos jóvenes se encuentran en medio de una gran incertidumbre debido a que el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex, se ha quedado sin recursos económicos porque el Gobierno nacional, en cabeza de los ministerios de Hacienda y de Educación, no ha hecho los giros que corresponden al actual periodo académico, lo cual impide oficializar las matrículas para el próximo semestre o año de estudios.
Además de estos jóvenes que ya adelantan sus respectivos estudios, hay otra gran cantidad que en el próximo año (2025) sueñan con ingresar a una universidad mediante créditos del Icetex, aspiración que en estos momentos está en el limbo porque el Ministerio de Educación aún no ha hecho la respectiva convocatoria. Esto pondría en riesgo el estudio de unos 200.000 estudiantes en Colombia. Para garantizar este acceso, se necesitarían $460.000 millones adicionales, recursos que aún no han sido girados por el Gobierno nacional. Este giro debió realizarse a principios de noviembre.
Recordemos que el Icetex facilita el desarrollo de programas de educación superior a través del otorgamiento de créditos educativos a la población con menores posibilidades económicas y buen desempeño académico, con recursos propios o de terceros. Además, facilita el acceso a las oportunidades educativas que brinda la comunidad internacional en esta materia.
Independientemente de las causas del problema de déficit financiero del Icetex, está de por medio el futuro profesional de miles de jóvenes y el bienestar de sus familias, razones de peso que deberían preocupar, no solo al Gobierno nacional, sino también a los alcaldes y gobernadores del país. Ante esto, se esperaría una reacción inmediata de estos funcionarios, quienes están obligados a poner de presente la gravedad del asunto y demostrar que esta gran cantidad de universitarios, y los que ahora aspiran a serlo, no están solos y desamparados. Es importante que los jóvenes sientan el apoyo de una institucionalidad que los impulse, para que entre todos, mediante la consecución del conocimiento profesional, se logre construir el desarrollo que necesitan las regiones y el país.
Muchos especulan que el gobierno del presidente Petro ha subestimado la importancia del Icetex y, en cambio, ha preferido apuntar todo el esfuerzo presupuestal a las universidades públicas. Eso tal vez explicaría un poco la crisis financiera que enfrenta en estos momentos esa entidad.
Lo cierto es que todavía falta mucho para que la educación pública del nivel superior cubra en un 100 % la alta demanda de necesidades de los jóvenes en proceso de formación universitaria. Mientras eso no se cumpla, es deber del Gobierno nacional facilitar otros mecanismos o apoyar a entidades como el Icetex, que permiten a la juventud de escasos recursos económicos ingresar a carreras profesionales que no están al alcance presupuestal de sus familias. Esto es especialmente relevante en departamentos o regiones como la nuestra, en donde las ofertas universitarias, si bien han venido mejorando, todavía son insuficientes.