Mujeres de diferentes edades, profesiones y ocupaciones, especialmente jóvenes, se dieron cita en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez para escuchar los diferentes puntos de vista del papel de ellas en diferentes áreas como profesional, familiar, educación y emprendimiento.
El conversatorio liderado por la primera gestora del municipio, Lisbeth Rosado Ahumada, y la Oficina de Gestión Social, tuvo como ponentes a la rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar, Gelca Gutiérrez Barranco; la rectora del Colegio Gimnasio del Norte, Berenice Flores; la representante del Consejo Consultivo de Mujeres de Valledupar, Thais Ruiz Daza; la coordinadora del Programa de Familia de Valledupar, Stefany Fajardo González; y la secretaria de la Plataforma de Juventudes, Adriana Escamilla Peralta.
“Es un espacio importante en el que pudimos hablar sobre todo de soluciones, entregar herramientas y elementos que le permitan a las mujeres ayudarse ellas mismas y a la sociedad para reducir las brechas que todavía nos muestra una sociedad inequitativa en materia de género e injusta en el trato a la mujer, donde a partir de un diagnóstico, por ejemplo, encontramos una diferencia salarial del 20 % para una mujer y un hombre que tienen la misma formación y experiencia y están aspirando al mismo cargo”, expresó Gelca Gutiérrez Barranco, quien hizo su intervención desde el rol de la mujer emprendedora.
En su intervención, la primera dama, Lisbeth Rosado realizó una actividad donde invitó a las mujeres a construir su visión. “Tenemos 180 grados de visión y 180 grados de ceguera, desde hoy estas mujeres las empoderamos para que amplíen su visión, para que vean desde un panorama distinto, con un punto de partida poderoso que las lleve a ser protagonistas de su propia historia”, subrayó.
Camila Andrea Rojas Castillo, estudiante de 10 grado del Colegio Santa Teresita y asistente al conversatorio manifestó: “Me pareció muy importante porque se resaltó el valor de la mujer en la sociedad, que no es un objeto y va más allá de verla por su forma física. Mi visión en un futuro es ser una abogada y formar una familia, que pueda dar testimonio a otras mujeres del propósito que tiene Dios con nosotras”.
El balance fue positivo porque llevó a las asistentes a visionar, a creer en ellas mismas y tener una perspectiva diferente en su rol, concluyó Adriana Guerrero, coordinadora del Programa de Equidad de Género de la Oficina de Gestión Social.