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La humanidad que naufraga

Muy seguramente el Hastag: #KikiyaVuranInsanlik no nos dice ni nos significa nada, sobre todo cuando ni siquiera sabemos los que es un hastag, sea por ignorancia o por apatía al uso mediático de las redes sociales, además de que no hablamos turco, idioma en que está escrito el enunciado, pero al darnos cuenta que esta es una de las frases con la que el mundo reaccionó ante la imagen de Aylan kurdi, el pequeño refugiado sirio, victima junto a su familia de un fatal naufragio en una playa turca. El famoso “Hastag” se volvió viral, junto a la impactante foto del niño de tres años, quien más parece dormir apacible arrullado por las olas, pero que lastimosamente murió ahogado cuando sus padres quisieron librarlo de la muerte en la guerra de su país, buscándole un mejor porvenir en otra nación, con los desastrosos resultados que hoy todos conocemos, logrando huir de las bombas y las balas, más no de las barreras geográficas, ni de la cruel realidad.

Esta triste noticia y desgarradora evidencia, hoy parece conmover a la humanidad, esa misma que tal como reza el hastag: Naufraga. La imagen inerte del niño sirio se ha convertido en el símbolo del drama de millones de refugiados e inmigrantes, el retrato de Aylan muerto a orillas del Mediterráneo,  es el mismo de millones de niños víctimas de los conflictos de los adultos, hay unas fotos más crueles y aun mucho más desgarradoras rodando en las redes, pero esta ultima logró calar en los medios y en las conciencias, porque a pesar de lo impactante, de lo dura, no es una imagen igual de grotesca que otras tomadas en los distintos conflictos a nivel global, que han tratado de divulgar públicamente pero que por explicitas y por obvias razones los medios no publican, la del cuerpecito exánime de Aylan, si la divulgaron muchos medios, decisión que comparto, porque más que un sentimiento sensacionalista o morboso nos ha tocado las fibras más sensibles del alma, y para quienes son padres, les ha permitido tener la percepción de que el niño de tres años, de camisetica roja y pantaloncito azul yaciendo en la playa, puede ser en cualquier momento uno de sus hijos o familiares, nos ha hecho tropezarnos de frente con la realidad, y tener la certeza que la humanidad está naufragando y que si hoy ocurre en mares de Europa o África, mañana puede ocurrir en  aguas de los ríos Táchira, Arauca, Orinoco o del mar Caribe.

Con la imborrable imagen de Aylan en mi memoria, su suéter rojo, me recordó inmediatamente ese memorable momento (que por triste no deja de ser memorable) de la película ‘La Lista de Schindler’, en donde su director magistralmente en una de las escenas del film, grabado casi en su totalidad en blanco y negro, muestra a una pequeña niña con un abrigo rojo (al cual si se le resalta el color), caminando entre las tropas de la SS y los Judíos, pasando tranquila en plena matanza, más por inocente e incauta, escenas más tarde muestran el cuerpo de la niña de rojo, apilada junto a otros cadáveres. Spielberg, director de la Producción, mostró sutilmente la inocencia de los niños frente a la guerra y la injusticia de los adultos frente a la niñez, la misma inocencia de los niños usados como carne de cañón por la guerrilla en nuestro país, quienes tristemente cargan un fusil, cuando aun no han tenido la oportunidad de cargar una muñeca, Dios se apiade de nosotros.

Julio Mario Celedón

@juliomceledon

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