Dijo el historiador Germán Arciniegas: “El soldado raso de las marchas oscuras y de las grandes victorias es un héroe cuyo recuerdo queda escrito en el humo de la pólvora. Los libros registran al general, al resto se lo lleva el viento”. Algo similar ha pasado con los sucesos de Valle de Upar en la gesta de la independencia.
Los libros oficiales de enseñanza de la historia de Colombia registran del Nuevo Reino de Granada los hechos de las grandes ciudades, las de los puertos marítimos, y de otras, entre ellas, El Socorro, que en 1771 obtuvo el título de ‘Villa muy Noble y Leal’, y era epicentro de artesanías, cultivos de algodón y tabaco; La Villa de Guaduas, muy cercana a Santafé y fue uno de los centros de experimentación de la Expedición Botánica. Pero los acontecimientos de provincias pequeñas y lejanas de la capital, como los de Valledupar no aparecen en las páginas de estos libros y han quedado como el soldado raso, en la humareda del olvido.
El libro ‘Historia de Colombia’ de la autoría de Jesús María Henao y Gerardo Arrubla, fue el texto oficial de la enseñanza de la historia de Colombia, desde 1910 hasta 1980. Henao había nacido en Medellín, pero vivía en Bogotá, y Arrubla era bogotano; ambos eran miembros de la recién creada Academia de la Historia de Colombia y ocupaban altos cargos en el gobierno central.
En ninguna página del texto, que tuvo más de 70 años de vigencia en las aulas de clases, aparece algún episodio de la independencia de Valle de Upar y menos el nombre de nuestra heroína María Concepción Loperena de Fernández de Castro; pero sí destaca los nombres de Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta. Y como este libro ha sido bibliografía de consulta para otros autores de textos de la enseñanza de historia, sigue la ausencia de heroína de Valledupar y por eso los estudiantes de bachillerato de Colombia no conocen nada de ella.
La historia de los pueblos se conoce cuando aparecen personajes que superan la tradición oral y se encargan de investigar y registrar los hechos memorables a través de la escritura. Los historiadores del Cesar surgidos en el siglo XX en Valledupar, Pedro Castro Trespalacios, Álvaro Castro Socarrás y Tomás Darío Gutiérrez, con sus obras han rescatado a la heroína María Concepción Loperena de Fernández de Castro.
Pedro Castro Trespalacios en su libro ‘Culturas aborígenes cesarenses e Independencia de Valle de Upar (1979)’, puntualiza los escenarios del movimiento independentista y publica el acta redactada y leída el 4 de febrero de 1813, por esta hidalga mujer, de madre vallenata y padre español, cuya parte esencial dice: “Sea notorio a cuantos esta acta vieren, como yo, María Concepción Loperena de Fernández de Castro, mujer libre de origen realista, pero hoy republicana, a nombre del Cabildo de Justicia y Regimiento de esta ciudad ilustre, proclama libre e independiente a esta ciudad de Valle de Upar del Gobierno español….”. Con este suceso heroico, nuestro Cabildo fue el primero de la Provincia de Santa Marta en proclamar la independencia.
LA INDEPENDENCIA DE VALLEDUPAR (Décimas)
Por José Atuesta Mindiola
I
Aquel cuatro de febrero
de mil ochocientos trece,
Valledupar amanece
con temple firme de acero.
Se enciende en el pebetero
un clamor de efervescencia,
el pueblo toma conciencia
cansado de las cadenas,
la heroína Loperena
da el grito de independencia.
II
En tal memorable fecha
el Cabildo firma el acta,
que la heroína redacta
contra el tirano que acecha;
como rugidos de flechas
la libertad ya se siente,
La Loperena valiente
quema el escudo del Rey,
y proclama en esta grey
el sentir independiente.
III
El grito de independencia
primero fue en Cartagena,
pero aquí la Loperena
fue una chispa de insurgencia;
desbordada la paciencia
de libertad se ilumina:
la verdad es luz divina
que en el corazón florece,
y la injusticia fenece
con sus corceles de espinas.
IV
Fueron muchas las batallas
contra el imperio invasor,
el eco libertador
se agiganta en atalaya.
Se derrumba cual muralla
el ejército español,
en crepúsculo arrebol
la derrota lo hace breve:
como corona de nieve
derretida bajo el sol.