@LuchoDiaz12
El Informe Sectorial de los Servicios Públicos Domiciliarios de Acueducto y Alcantarillado vigencia 2022, definió en sus retos: “Si no se ordena el territorio alrededor del agua, el aseguramiento de servicios públicos y la actividad humana no sería sostenible”. Según el Ministerio de Vivienda, en el país, 12 millones de personas tienen acceso inadecuado al servicio de agua potable, esto representa un 25 % de la población, y 3,2 millones de personas no tienen ningún acceso, siendo especialmente crítica esta situación en el sector rural. Cerca de 1,5 millones de personas realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre y solo se trata el 52 % de las aguas residuales.
La ideologización del debate político en el país, procura con todas las fuerzas hacer creer que antes de 2022, éramos un país escandinavo y que empezamos a ser Colombia desde ese año. La traición intelectual no puede participar en ese compendio de desinformación. Desde luego, se hace lo mismo desconociendo los errores cometidos por algunos funcionarios del Gobierno nacional, en lo relacionado con la compra de los carrotanques, como respuesta efectiva y oportuna a la crisis hídrica que afecta a La Guajira.
El debate político inherente a los reprocesos que implican los trámites, la desarticulación institucional, y la inexorable corrupción, no pueden seguir relegando la importancia de la focalización de la inversión y la evidencia de los indicadores que, en materia de menor cobertura de servicios públicos en las zonas rurales en La Guajira, reflejan lo siguiente: alcantarillado (21,22 %), aseo (27,83 %) y acueducto (33,74 %). Ese es un problema de vieja data, que incluso la clase política del departamento, pretende saltar, para usufructuar la polémica de los carrotanques.
Mientras en el país del realismo mágico los problemas tienen valor protagónico, mediático y político, la Asamblea General de las Naciones Unidas, advierte, que, el planeta se enfrenta a una crisis de agua sin precedentes, se prevé que la demanda mundial de agua dulce superará la oferta en un 40 por ciento para 2030.
Para 2030, podría haber un déficit global del 40 % en recursos de agua dulce, lo que, combinado con el crecimiento de la población mundial que aumentará de 8 mil millones hoy a 9,7 mil millones en 2050, dejaría al mundo frente a una crisis hídrica extrema. El rápido crecimiento demográfico, la creciente urbanización y el mayor consumo mundial de agua por parte de la agricultura, la industria y la energía han dejado a un número creciente de países enfrentados a la amenaza de la escasez de agua.
Una solución para satisfacer la creciente demanda de agua dulce es la desalinización, que implica eliminar la sal del agua de mar para producir agua potable. Existen varios métodos diferentes de desalinización, pero la mayoría funciona mediante un proceso de ósmosis inversa o flash de varias etapas para eliminar la sal del agua de mar. Una crisis de recursos naturales como la escasez de agua figura en el Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, como una de las 10 principales amenazas que enfrentará el mundo en la próxima década.
Las innovaciones tecnológicas podrían cambiar la situación y aumentar el acceso al agua potable para las comunidades de La Guajira que enfrentan desafíos hídricos. Ese debate interinstitucional es el que deberíamos tener en Colombia, para solucionar un problema y para anticiparnos al futuro.
Luis Elquis Díaz