“No sé por qué La Guajira se mete hasta el mar así, como si pelear quisiera como engreída, como altanera”…
En el mes de diciembre de 1986, Los Betos dieron a conocer una producción musical prensada para el sello disquero Diskarime, la cual fue titulada ‘De nuevo los buenos’, cuyo título y caratula son los más feos de toda su discografía.
En ese LP fue incluida después de muchas peripecias la canción ‘Benditos versos’ de la autoría de Rafael Manjarrez, la cual grabaron más por la insistencia de Rafa que por el agrado de los intérpretes, fue de esas canciones que graban de relleno y de mala gana, pues la que le gustó a Los Betos fue ‘A una querida amiga’ del mismo autor, la que si fue incluida con todo agrado. Prueba del desprecio de ese canto, es que ni siquiera le metieron coros, y quien ejecutó el acordeón no fue Villa sino ‘El Negro’, su hermano.
Hemos recordado esa canción porque La Guajira en estos días anda más enchoyá que siempre, por sus primeros cincuenta años.
Tuvo esta vez el cumpleaños del Departamento cabeza de Colombia, una celebración entusiasta y nos sentimos especialmente satisfechos porque a diferencia de lo que ha pasado en otras celebraciones, esta vez se dio más importancia a lo académico, lo histórico y lo cultural que a la parranda y la política.
El encuentro de gobernadores y exgobernadores, el Congreso del Sistema Oral en Jurisdicción Contenciosa, las presentaciones culturales, artísticas y literarias nos hicieron sentir orgullosos de haber nacido en esta tierra.
Igual de trascendental la presencia del expresidente Figueres de Costa Rica, el abanderado de las nuevas fuentes de energía, en momentos en que la Costa parece apagarse por las debilidades de Electricaribe, el tormento de todos. Esta vez el país entero tenía los ojos clavados sobre la Provincia de Padilla.
En Colombia se ha hablado por todos los medios de sus potencialidades, por eso, como dijo Manjarrez, tiene razón para sentirse altanera, engreída y desafiante.
En estos años de vida Institucional se ha mejorado en muchas cosas, solo falta mejorar la manera de pensar, que el canibalismo sea cosa del pasado, que aprendamos a creer en los valores que tenemos y a valorar a la gente por lo que es y no por lo que tiene.
Solo nos queda pedir a Dios que el hambre de los niños sea cosa del pasado y que la paz no deje de estar con nosotros para que la gente mala que hace cosas malas no siga silenciando a la gente buena.
“Entonces cuál es la vaina, qué es lo que pasa con nuestro pueblo, el gobierno no da nada y nos censura por lo que hacemos, lo que nos da mala fama por sus periódicos embusteros”.