En el reciente informe sobre Competitividad en Colombia, el panorama para el departamento del Cesar y su capital desilusiona a muchos de los actores del ecosistema productivo, dejándolos con una sensación de saldo pendiente y una necesidad creciente por lograr llevar a otro nivel a este territorio, que prometía ser el departamento piloto de Colombia.
Pero hay algo que desconcierta aún más a todos los actores que de una u otra manera contribuyen y trabajan día a día: es la desarticulación desoladora para utilizar un adjetivo que intente describir la situación de la Comisión Regional de Competitividad, donde pareciera que la cabeza y el convocante natural de esta instancia, el gobernador Luis Alberto Monsalvo, estuviera por un lado y el resto de actores por otro.
Hace 8 meses este órgano no es convocado por el gobernador Luis Alberto Monsalvo, quien sí pareciera estar trabajando a instancias de funcionarios del nivel nacional, como el del ministro Tito Crissien, quien recientemente visitó esta ciudad, y con quien se anunciaron inversiones para reactivación productiva, que podrían haber sido concertadas o al menos socializadas en la citada Comisión o, por mencionar otra de similar importancia, en el Comité Universidad Empresa Estado Sociedad, CUEES. Ni qué decir del Comité Intergremial, órgano que también articula el sector productivo del Cesar, con el cual el gobernador tampoco se ha reunido.
Así continuamos de espaldas al más mínimo principio de coordinación entre el Estado, la academia y el sector privado. El llamado es a sumar fuerzas, a identificar oportunidades de trabajo conjunto, a abrir conversaciones poderosas entre todos los actores, quienes podrían contribuirle a nuestros mandatarios, para avanzar a un ritmo que permita ponernos a la vanguardia.
El Conpes 3866 de 2016 aprobó la Política Nacional de Desarrollo Productivo y se recomendó a las gobernaciones tener en cuenta los lineamientos de la política en la formulación e implementación de sus respectivos planes. Mediante Decreto del departamento No. 321 de 2012 fue creada la Comisión Regional de Competitividad del Departamento del Cesar. ¡Hace casi 10 años! El Cesar elaboró una Agenda de Competitividad e Innovación, la cual prioriza los programas, proyectos e iniciativas estratégicas. Se tiene un Plan de Competitividad, Ciencia Tecnología e Innovación el cual define elementos como ruta de largo plazo a seguir.
Esa Comisión Regional es el espacio para la cooperación público-privada y académica a nivel departamental, orientada a la formulación, implementación y seguimiento de la agenda.
Hay que recordar el artículo 22 del decreto 223 de 2020 de la propia administración Monsalvo Gnecco. “Rendición pública de cuentas. El gobernador, en su calidad de presidente de la Comisión Regional de Competitividad e Innovación (CRCI) presentará anualmente en su rendición pública de cuentas, un informe en el que rendirá cuenta de la gestión y resultados de la CRCI, así como su impacto en el desarrollo económico y social del Departamento”. En la última rendición no dijo nada. No tenía nada qué decir.