La Red Departamental de Bibliotecas Públicas del Cesar resultó ganadora del Premio Nacional a la Gestión de Redes Departamentales, promovido por el Ministerio de Cultura, por su creatividad y originalidad. Mónica Morón Cotes, coordinadora de la Red habla sobre el proceso que llevó a obtener este reconocimiento. Esta fue su charla con el diario EL PILÓN.
El PILÓN. ¿Qué ambiente encontró al momento de iniciar este proceso en el departamento del Cesar?
Mónica Morón. La Red ya había iniciado un proceso de formación con bibliotecarios y tenía un reconocimiento ganado, porque el anterior coordinador había sido nombrado representante de los coordinadores departamentales ante el Consejo Nacional del Cultura.
Sin embargo, no se había institucionalizado el proceso de continuidad de los talleres de fomento de la lectura y la escritura, ya que la continuidad es lo que garantiza el cambio en el tiempo.
E.P. ¿Qué estrategias se han aplicado para incentivar la lectura en niños, jóvenes y adultos?
M.M. El proyecto bandera de la Red de Bibliotecas Públicas del Cesar es el programa Caracolí del Cesar, que está orientado a la promoción de lectura y escritura creativa en los 25 municipios. El programa involucra colegios y familias del departamento y en él participan niños, jóvenes, padres de familia, profesores. Se desarrolla a partir de Talleres de Creación Literaria en cada una de las bibliotecas adscritas a la Red. Estos talleres pretenden que los participantes lean desde todos los sentidos y las expresiones artísticas y el fin es que sean permanentes en el tiempo y se constituyan en espacios de identidad lectora y cultural de los niños, jóvenes y adultos del departamento del Cesar, lo cual se ha logrado y en el año 2011 se evidenció por los resultados dados.
A partir de este programa se logró aumentar de los niveles de lectura de los niños participantes, lográndose un nivel superior a la media departamental y nacional.
El programa Caracolí ha sido monitoreado y evaluado a partir de un estudio de investigación inicial y dos estudios de seguimiento, es decir en tres libros que no sólo nos ponen a pensar en las tradiciones lectoras de este departamento sino en las de cualquier comunidad lectora del país. Por eso la importancia del premio.
El fomento de la lectura
E.P. ¿Qué se ha ido transformando en el camino?
M.M. Ha cambiado la manera de asumir los retos en la lectura, hemos pasado del activismo a reflexionar y diseñar estrategias de lectura acordes con nuestra región.
Esto ha significado entender la red como un todo, que vive a partir de todos sus nodos (se dividió el departamento en nodos, de acuerdo a posiciones geográficas de los municipios) y no de las acciones particulares y aisladas. Pensar en red significa entonces, escuchar lo de adentro y lo de afuera, convocar saberes y compartirlos.
Lo que sucede en estas bibliotecas son actividades de lectura dentro y fuera de ella. Si antes las bibliotecarias llegaban a abrir y cerrar el recinto, ahora ellas sacan los libros de esas cuatro paredes, los promocionan, los llevan a colegios, barrios apartados, donde la gente no tiene acceso a los libros. Los sábados se realizan actividades de promoción de lectura, donde los promotores son niños y jóvenes que han sido capacitados por las bibliotecarias y por el mismo proceso Caracolí del Cesar. Ese cambio de paradigma es el gran logro de esta red.
EP. ¿Cuál ha sido la respuesta de la gente a nivel municipal?
MM. La respuesta ha sido de inclusión de la biblioteca como espacio cultural y de aprendizaje en los municipios.
Tanto se nota la participación de las personas, que se ha logrado potencializar la importancia de la lectura para el desarrollo del individuo y de una región. Los participantes Caracolí han desarrollado en los talleres aproximaciones a la historia de sus municipios, reconocimiento de los lenguajes y tradiciones que los identifican y en las rondas se encuentran con compañeros de otros municipios compartiendo lecturas, experiencias, conocimientos.
El futuro de la red
E.P. ¿Cuál fue la dificultad más grande que encontró y cómo lo afrontó?
M.M. La dificultad más importante fue la relación biblioteca-administración municipal, ya que las bibliotecas no eran reconocidas como espacios esenciales en el desarrollo de un municipio. La gestión de los bibliotecarios y de los coordinadores de taller se constituyó en eje primordial para que las administraciones municipales se involucraran en las actividades de las bibliotecas.
E.P. ¿Cuál es el futuro de la Red ahora con el premio obtenido?
M.M. Hemos diseñado una propuesta de lectura en la ciudad de Valledupar, en donde hemos involucrado 9 instituciones educativas de la ciudad, de todos los niveles sociales. También incluimos La Casa de la Niña, institución que alberga niñas entre los 6 y los 12 años con problemáticas de abandono, abuso, pobreza, desplazamiento. El programa se llama Valledupar: Un Libro abierto, el objetivo es acercar a la lectura a jóvenes de noveno grado (a excepción de las niñas de La Casa de la Niña) y que ellos promocionen la lectura en sus hogares, en el barrio y en sus Instituciones Educativas. El proyecto tiene una duración inicial de 4 meses, se publicará un periódico mensual, dos foros con los jóvenes y los profesores.
Además, estamos con el deseo de aprender en la ciudad de Medellín, donde haremos la pasantía que es parte del premio y así aplicar lo vivido en nuestras bibliotecas municipales. Es un reto para nosotros entrelazar la experiencia de las bibliotecas de Medellín con las particularidades de las nuestras.