El título, es el nombre de mi último hijo y con él cumplo el ciclo vital de todo hombre en su trasegar mundano, me faltaba hacerlo, pues biológicamente tuve 4 hijos: José Manuel, Hernando José, María Mercedes y Carlos José, más conocidos como ‘Panela’, ‘Makor’, ‘Meche’ y ‘Macoquito’ y le agrego mis nietos: Sofía, Sara, ‘Nando’, José y ‘Nandito’, sembré miles de árboles, los últimos frente al Conjunto Rosas del Ateneo, donde vivo, y ya están florecidos embelleciendo la ciudad, ojalá que los demás me imiten tal como lo están haciendo los dueños del elegante restaurante de comida árabe que se acaba de abrir ‘Dalila’, me gustaría que también los dueños de negocios vecinos hicieran lo mismo para hacer de la Capital Mundial del Vallenato un verdadero y bello jardín, tal como está pasando con Barranquilla, ¡que belleza de ciudad!, que hermosura de matas y que engreídos están los ñeros de su ciudad, cómo la cuidan y conservan, tan distinto a nosotros que día a día estamos empeñados en convertir al Valle en un inmenso basurero. Estamos, estamos no, están jodidos, porque si quisieran a esta, para mi bella, agradable y acogedora ciudad, la quiero y lo demuestro, distinto a algunos que dicen quererla, pero no lo demuestran; ya es hora de que los ricos empresarios, los terratenientes y grandes ganaderos, poderosos comerciantes, agiotistas que ya son banqueros y muchos ricos tapaos se pongan de acuerdo y le dejen a esta ciudad una o varias obras que le generen riqueza, pero también produzcan trabajo, empleo, tal como lo hicieron en Villanueva los descendientes de ‘El Tigre de Las Marías’, ‘El Mono’ Dangond, que cedieron su casa paterna para un megacolegio que ellos, a través de una fundación, financian y atienden o como lo hizo en Urumita mi tío Jesús Martínez, quien cedió el terreno para que se construyera La Vocacional.
De tanto querer al Valle me olvidé de mi otro amor Villanueva y mi último hijo que gesté para rendirle homenaje a mis paisanos y a mi pueblo desde el más encopetado hasta el más humilde, para exaltar sus virtudes y triunfos, pues pocos, muy pocos fueron bandidos o fracasados. En todas partes decir villanuevero es sinónimo de trabajo y honradez, empuje y superación y sino analícenlo aquí en el Valle, en donde casi todos los que llegamos con las manos vacías pero limpias logramos llenarlas, algunos de mucho dinero, otros de gran poder y fama y yo rico de satisfacciones y como decía el inolvidable Andrés Becerra Morón, gozando del inmenso cariño de la gente, tratando de servirle a todo mundo hasta donde me sea posible y a veces excediéndome en menoscabo de mi comodidad y de la de mi familia.
Hoy para culminar mi periplo y sentirme satisfecho, alegre, conforme y feliz en una palabra, mañana en el Auditorio Carlos Murgas Guerrero de la Udes a las 10:30 a.m., será el lanzamiento del libro ‘La Gesta Villanuevera en Colombia’ e invito a todos los villanueveros en especial, a los amigos y familiares a que me acompañen en lo que creo que será un rato agradable en donde oiremos a los villanueveros Alberto Barros Mattos, su alcalde, Jorge Juan Bendeck Olivella, Marcelo Calderón Rodríguez, quienes de manera cordial serán recibidos por el señor rector de ese claustro universitario Carlos Morón Cuello.
Los espero para darles un estrecho y cálido abrazo a cada uno, cuidado me van a fallar, que los villanueveros somos cumplidores en todo, hasta en el amor como dijo sabiamente en la canción vallenata ‘El villanuevero’ Rafael Escalona.