El hospital Rosario Pumarejo de López, ícono de la salud de los cesarenses, la entidad pública que recibe el mayor número de pacientes del departamento y de los vecinos como La Guajira, el Magdalena y el sur de Bolívar, no deja estar en la mira de los órganos de control, que año tras año cuestionan e investigan el accionar de los gerentes.
Ayer se conoció que la Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos en contra de tres exgerentes de la mencionada entidad, que otrora fue motivo de orgullo y prestigio por la calidad profesional, la idoneidad y eficiencia de sus directivos; y aunque el centro asistencial viene prestando sus servicios, es preocupante que quienes han estado al frente del mismo, hoy sean cuestionados por “haber presuntamente, desconocido los principios de igualdad, moralidad y eficacia de la función pública contemplados en el artículo 209 de la Constitución Política”.
Los gerentes cuestionados, Jhony Flórez, Alex Sandro Mindiola y Rubén Sierra Rodríguez, quienes llegaron a ocupar sus cargos tras varios tropiezos por la forma en que fueron elegidos, son ahora investigados por irregularidades en la suscripción de contratos mientras gerenciaron el hospital, y por ello estarían inmersos en faltas disciplinarias. Ahora deberán demostrar ante el ente de control, que su accionar estuvo acorde a la ley.
¿Será que estos médicos, al servicio de la comunidad que dejan de lado el ejercicio de su profesión por estar en un cargo ejecutivo, no están rodeados de asesores idóneos en el manejo de las finanzas y la celebración de contratos? ¿Por qué no imitar los modelos de servicio en salud de algunas entidades públicas de otros lugares del país que han salido adelante y son ejemplo de eficiencia en la gestión pública?
Ojalá quienes aspiran a tomar las riendas de una entidad tan importante como el Rosario Pumarejo de López, tengan claros objetivos en materia de saneamiento y de capitalización de este hospital que el año anterior, según informe que entregó el gerente Rubén Sierra, la deuda era cercana a 114 mil millones de pesos, mora que recaía sobre las EPS y en la Secretaría de Salud del Cesar que le debía unos 15 mil millones, por prestación en servicios varios, y que eran alrededor de 4 mil 500 millones de pesos los recursos que debía gastar mensualmente, el centro asistencial en aseo, vigilancia, administración de drogas y proveedores.
Lo cierto es que antes de pensar en los “beneficios” que traería ocupar la gerencia del HRPL, quienes posan de tener una hoja de vida con amplia trayectoria para asumir el cargo, deberían prepararse y conocer mejor las funciones del cargo y la normatividad vigente para no estar la cuerda floja, en el señalamiento y el escarnio.