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La filantropìa y la democracia eligió al primer presidente de izquierda en Colombia 

Amparado en mi derecho de opinión me había pronunciado respecto a “(…) El Estado necesita políticas socioeconómicas sensatas para derrotar con entereza la corrupción y el clientelismo en esta sociedad inconforme. En cuatro años el nuevo presidente podrá obtener resultados significativos dependiendo con quién esté rodeado en la implementación y adopción de la gerencia con buenas prácticas y políticas públicas”.

Si bien es cierto, Colombia eligió nuevo presidente al señor Gustavo Petro Urrego, con una votación histórica cerca de 11, 3 millones de votos superando al actual presidente Iván Duque que obtuvo en el 2018 más de 10,4 millones de votos, convirtiéndose el presidente electo en el primer mandatario de izquierda de Colombia y segundo de la región Caribe en llegar al poder ejecutivo como economista, exalcalde de Bogotá D.C y ex congresista de la República. 

Señor presidente electo, haremos veeduría ciudadana al cumplimiento de sus propuestas, honre la palabra de su discurso “cambio por la vida, la paz, en lo ambiental y la unidad”, promueva el acercamiento real con la oposición, filosofía de construir país para derrotar la corrupción que viene en una constante indignación.

Este triunfo de la izquierda superó el “statu quo” en Colombia. El cambio liderado por la juventud, indígenas, clase social vulnerable, fueron los protagonistas fundamentales ante las condiciones que prevalecieron por décadas en el país. 

Tienen el mayor desafío en convocar y unir la mayoría política en el Congreso de la República para la aprobación de sus proyectos de Ley. Por supuesto el pulso político será por la ampliación y mejora a la educación, reducción de la tasa de empleo y del déficit fiscal, reactivación del sector agrario, garantía a la capacidad alimentaria por la oferta y demanda, relaciones internacionales, el fortalecimiento institucional y el respeto por la independencia de poderes.

Oportuno invocar un pensamiento inmortal por el célebre Gabriel García Márquez, “(…) todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie puede decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras, sea cierto el amor y sea posible la felicidad y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Del fervor político que el presidente electo genera en la capital del país, es su filantropía en su recorrido electoral. De tal modo, hay que destacar el liderazgo del actual senador Luis Fernando Velazco en convocar la mayoría de copartidarios del Partido Liberal en el territorio nacional y el partido verde logró estratégicamente adhesión a la campaña presidencial. Según datos estadísticos la votación obtenida del Señor Petro en la capital es de 2, 2 millones de votos aproximados, siendo la mayor votación en la historia de Bogotá para una candidatura presidencial.

Menester, la euforia en los departamentos del Cesar y La Guajira, lo cual demostró la derrota de las maquinarias politiqueras y triunfó la democracia en los 14 municipios de la Guajira, a excepción de San Juan del Cesar Guajira y la mayoría del Cesar como un fenómeno político de izquierda, es decir, el comienzo de un fin histórico, gobernar sin la otra mitad no impera la democracia. RESILIENCIA ANUNCIADA.

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Raúl Dangond: