La pasión intensa por hacer las cosas es un valor irrenunciable de Juan Carlos Quintero Castro, no es lucro ni oportunidad, sino, el reconocimiento para un vallenato conspicuo que con vuelo propio ha transitado por lo difíciles caminos del mundo empresarial, alcanzando el éxito sin expurgar los aprendizajes de los fracasos. Cuando encaró la organización de la primera Feria del Libro en Valledupar, (FELVA) me dijo: “Queremos que sea un proceso ininterrumpido”.
La FELVA, evento ferial liderado por el diario EL PILÓN, no es un quijote solitario, ni una invención enloquecida. El proyecto se está cimentando un sentido holístico mediante el concurso y apoyo de distintos sectores del departamento y de la región, tanto públicos como privados, además de la academia, las artes, entre otros. Esa es la relación que debe darse para la implementación de proyectos de ciudad. La FELVA es un referente.
Quizá mucha gente no lo tenga en su imaginario, es bueno que se sepa, Valledupar, hace parte de las innumerables ciudades que en el mundo realizan una feria del libro.
Nuestra FELVA, no solamente es un encuentro editorial que en su proceso de madurez deberá incursionar en los espacios de importancia de Iberoamérica. La madurez debe vincular nuevos objetivos en el que la literatura juega un papel importante, con una programación en la que participen autores de todos los continentes y lenguas y foros para el debate académico sobre los grandes temas de nuestro tiempo.
Jorge Luis Borges, dijo: “La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido”. La FELVA, es un proyecto de ciudad, que como el amor debemos cuidar. Así lo resaltó el maestro Rosendo Romero, en su obra “El amor es un cultivo”.
Leer es un asunto no sólo de cultura, ni cultivo intelectual, concibe comprensión y describe al buen ciudadano, que, en los tiempos de la inteligencia artificial, el conocimiento y la posverdad, debe tener la capacidad de discernir para comprender su alrededor. Está comprobado científicamente que la literatura posee un valor social invaluable porque nos hace más empáticos, más dispuestos a escuchar y entender a los otros. Por eso es importante que la literatura no tenga limitaciones es algo que debemos potenciar para que todos tengamos acceso.
Un escritor es algo muy peculiar, no va a ser reemplazado por una máquina. Por la pandemia covid-19, los lectores quedaron con fatiga digital, por eso sigue siendo un elixir personal sentir el olor de un libro.
El caos y transformación vaticinado para la industria editorial, debido a la disrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en lo relacionado con la forma en que los editores abordan los derechos de autor, el marketing, la distribución, los libros electrónicos y la traducción. Son factores de cambio que no se pueden ignorar. Sin embargo, es satisfactorio, encontrar que en Colombia se ha mejorado el habito de lectura. Así lo refleja el estudio “Hábitos de lectura”, realizado por la Cámara Colombiana del Libro, que evidencia el aumento de visitas a bibliotecas y compra de libros en 2023.
La FELVA, es un motor de arranque con autonomía energética, para el diseño de los planes de políticas públicas de lectura y de formación de lectores, es decir, una expectativa que responda al sueño de los escritores, las exigencias de las editoriales y al discernimiento de los lectores.
Luis Elquis Díaz
@LuchoDiaz12