Así como el corregimiento de Conejo, en el municipio de Fonseca, sur de La Guajira, se puso de moda en el mes de febrero pasado cuando a su suelo llegaron los miembros de la cúpula de las Farc, ahora está en el salón de la fama el corregimiento de Cañaverales, jurisdicción de San Juan del Cesar. Pero no es porque haya llegado algún personaje del grupo armado u otro de la vida política, sino porque un turista que no conocía el sitio, le pareció asombroso que de la nada aparezca un manantial de color azul.
Este es el manantial de Cañaverales, donde en el último mes se han disparado las visitas, a tal punto que cientos de personas que llegan atraídas por los rumores de la belleza del sitio natural, no pueden ingresar. En el sur de La Guajira, por no hablar de la Alta Guajira que sola tiene su encanto, existen diversos sitios naturales que fácilmente pueden potenciar el turismo que con tanta avidez buscan las familias.
Lo que ocurre en Cañaverales es la muestra que todo está por hacer en esta zona guajira. Todo es todo, desde vías, infraestructura, preparar a la comunidad para atender a los turistas, en fin toda una oferta institucional de los gobiernos departamental y municipales. El municipio de San Juan del Cesar tiene una riqueza turística impresionante, que debe aprovechar su alcalde Luis Manuel Daza Mendoza con el apoyo de la Gobernación del Cesar, especialmente con el nuevo mandatario que elijan en los próximos meses los guajiros.
Lo que tiene el territorio guajiro en el sur de este departamento es una gran riqueza natural que puede generar empleo. El caso más palpable de este escenario económico es lo ocurrido en Cañaverales, cuyos pobladores encontraron una fuente de generación de ingresos: las mujeres preparan comida y refrescos, mientras que los hombres transportan a los turistas en sus motos hasta el sitio, que entre otras cosas está ubicado en propiedad privada.
Es tal la fama del manantial de Cañaverales que se volvió tendencia en redes sociales, sus habitantes reaccionaron ante este panorama oportuno, pero seguramente con la guía de las autoridades y todo su apoyo, se podría aprovechar de mejor manera este sitio turístico.
Lo mismo puede pasar con los sitios conocidos como pozos del Totumo, La Estrella, El Salto de La Peña, entre otros, que ofrecen un paisaje natural, que invita a la tranquilidad. Así como La Junta que casi a la fuerza tuvo que prepararse para atender a los turistas que buscaban conocer la casa donde nació el cantautor vallenato Diomedes Díaz o la ventana marroncita donde le cantó a la mujer que convertiría en su esposa.
Algo tiene el sur de La Guajira que atrae a la gente. Ya es hora de darle forma a la Ruta de Marín o las de los Moya. Cualquier ruta llevará a su comunidad por buen camino.