Con tristeza, desánimo y coraje, los habitantes del barrio La Estación recuerdan lo que por muchos años fue este sector, una comunidad prospera por donde pasaba el tren de lujo, el autoferro y el tren de carga, que transportaba pasajeros desde el norte hasta el centro del país, un paso obligado para quienes llegaban o salían por tren a estas tierras cesarenses en busca de oportunidades laborales o para comercializar diferentes productos.
Fue a principios de la década de los 60 cuando cerca de 35 familias de diferentes municipios del Cesar, Magdalena, Caldas y Sucre llegaron a Bosconia y se asentaron de cara a la línea férrea en busca del desarrollo.
Ancianos y mujeres adultas aseguran que fue en estas calles empolvadas donde se dio la creación del municipio de Bosconia, sector que después de casi cinco décadas desde su creación aún carece de pavimentación, agua potable, gas y demás servicios.
Restaurantes, hostales y toda clase de comercio se encontraba en ese sector de Bosconia.
María del Rosario Gamarra es una de esas mujeres que trabajó por muchos años en la estación férrea, durante 20 años mantuvo a pocos metros de su vivienda sobre todo el borde de las líneas donde pasaba el tren, una venta de comida, actividad que le permitió sacar adelante a sus hijos y lo mas importantes obtener un lugar digno donde vivir.
“Aquí vendíamos de todo a los pasajeros, que el boli, el pastel, poníamos una venta de comida y los cachacos que llegaban a comer nos dejaban de comer a nosotros también. Aquí en la carrera 24 también llegaban los buses que iban para Barranquilla, Santa Marta, Medellín. Vivíamos sabroso hasta que llegó el tren de carbón”, aseguró Gamarra.
Hoy el barrio La Estación es un lugar apartado, con carencia de inversión pública, muchas necesidades y una problemática ambiental y social que empezó en 1994 con la llegada del tren de carga minera que transporta el carbón y deja millones de ganancias al país y el mismo tamaño de problemáticas a los habitantes de cerca de 10 barrios que se encuentran de manera paralela a las líneas del tren.
Otro de los habitantes de La Estación señaló que no entiende por qué las administraciones se han opuesto al desarrollo de ese barrio donde habita gente buena y trabajadora.
“Aquí cerca se han formado invasiones y a vuelta de cinco años ya se han convertido en barrio, pero a nosotros no nos ha dejado avanzar el tren. Solo pedimos que nos volteen a mirar, tenemos necesidades y hacemos parte de Bosconia, somos el corazón de este pueblo porque desde aquí llego el desarrollo”, dijo el querellante.
Mientras tanto esta comunidad de gente pujante y unida sigue adelante con la ilusión de ver desde lejos el tren que los está afectando, enfermando poco a poco. Con las esperanza que los mandatarios entiendan que si es necesario una variante que aleje del ruido, la vibración y el polvillo del carbón y que por el contrario llegue el desarrollo, la pavimentación y la optimización de los servicios públicos domiciliarios.
A escasos 10 metros de las viviendas del barrio La Estación, se encuentra la línea férrea por donde es trasladado el carbón de importantes multinacionales mineras.
Ancianos y mujeres adultas aseguran que fue en estas calles empolvadas, donde inició la creación del municipio de Bosconia, sector que después de casi cinco décadas desde su creación aún carece de pavimentación, agua potable, gas y demás servicios.
FICHA TECNICA
Estrato 1
2.500 casas
8.000 habitantes