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La esperanza de una vivienda digna

En la región caribe según proyección del DANE vivimos 10,9 millones de habitantes, una cifra considerable, los cuales no cuentan con una vivienda digna, habida cuenta que existe un gran déficit habitacional que nos condena a la desigualdad social, hacinamiento y precarias condiciones de vida para nuestra población, siendo el Departamento del Cesar uno de los más golpeados por la falta de vivienda digna para sus habitantes.

El Gobierno Santos realizó una inversión considerable e implementó una política de vivienda que contribuyó a reducir la gran brecha existente, la cual está proyectada a disminuir del 12.6% al 5,6% este 2018, pero a pesar del esfuerzo del actual gobierno no fue suficiente para atender la gran demanda y crisis existente en el sector, debido a la desidia, falta de inversión y compromiso de gobiernos anteriores.

Con el anuncio del presidente Duque de designar al vallenato Jonathan Malagón González como su ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, brilla una luz al final del túnel, se vislumbra una esperanza, para que los costeños y especialmente los cesarences podamos brindarle solución eficaz a los problemas de vivienda, saneamiento básico, acueducto y alcantarillado o planta de tratamiento de aguas residuales que afectan a la mayoría de municipios de nuestra región.

Es de aclarar que a pesar de contar con la fortuna que el doctor Malagón sea el jefe de la cartera responsable de formular, adoptar, dirigir, coordinar y ejecutar la política pública, planes y proyectos de este sector, no podemos olvidar y pasar por alto que son los gobernantes de los entes territoriales los encargados en planificar, elaborar y presentar los proyectos que requieren las comunidades para satisfacer sus necesidades.

Por ellos es necesario, que gobernadores y alcaldes aprovechen la oportunidad histórica, de contar con uno de los nuestros, quien conoce el sufrimiento, falencias y dificultades que padecemos, para trabajar de la mano, lograr una articulación que permita la implementación de políticas e inversiones que nos garanticen la construcción, reemplazo, mejoramiento, reparación y ampliación de vivienda en nuestras comunidades, permitiendo mejorar nuestras condiciones de vida y bienestar.

De la misma manera deben gestionar proyectos que hagan realidad la ilusión de muchos pueblos de contar con un óptimo y adecuado servicio de acueducto y alcantarillado, que permitan una cobertura total y un suministro eficiente y de calidad, dando cumplimiento a la constitución y legislación que establecen estos servicios como derecho fundamental.

El ministro Malagón González es un profesional joven, idóneo, preparado y capacitado para manejar las riendas de esta cartera e implementar políticas que permitan el progreso, desarrollo y bienestar de las comunidades, permitiendo solucionar sus necesidades básicas.

Dios permita que nuestros gobernantes aprovechen esta circunstancias para hacer posible el sueño de nuestros conciudadanos de contar con viviendas dignas, servicios de acueducto y alcantarillado eficaz e idóneos y saneamiento básico adecuado, porque de lo contrario estaríamos condenando a nuestra gente a tener casas en el aíre como diría nuestro maestro y juglar Rafael Escalona.

Por: Diogenes Pino

Categories: Columnista
Diógenes Pino Sanjur: